En un principio, además de fumarse, el tabaco se aspiraba por la nariz, se comía, se bebía, se untaba sobre el cuerpo, se ponía en los ojos en forma de gotas, e incluso llegó a utilizarse en enemas, algo que hoy por hoy, no tendría cabida en nuestra mente.
Por orden de Felipe II, cronista e historiador de las Indias, se trajeron las primeras semillas de tabaco a Europa en 1559. Estas semillas fueron plantadas en tierras situadas alrededor de Toledo, en una zona llamada los Cigarrales, porque solía ser invadida por plagas de cigarras. Allí se inició el cultivo del tabaco en Europa.
En el siglo XX, estudios médicos demostraron que el tabaco podía tener severos perjuicios, pero nadie era consciente del grave problema de salud que podía suponer hasta la Revolución Industrial, que fue cuando se comenzó a producir tabaco de forma masiva. La publicidad, por su parte, tuvo un papel importante, ya que se convirtió en el modelo a seguir de muchos niños y jóvenes, e hizo que desarrollaran conductas adictivas, que pondría su vida y la de los demás, en un grave peligro.
En este artículo, dejaremos al margen las consecuencias nocivas que tiene el consumo de tabaco en humanos, ya que podríamos estar hablando de ello eternamente, es por ello que tocaremos un tema más controvertido aún: el efecto del tabaco en la contaminación.
El tabaco puede llegar a matar a los no fumadores, por contaminar el ambiente, y por convertirlos en fumadores pasivos. En España, según informa el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), se calcula que cada año mueren cerca de 3.000 personas al verse expuestas al humo del tabaco ambiental, es decir, ¡Por culpa de los demás! Dicho organismo recoge que en torno al 12% de los no fumadores son fumadores pasivos y casi la mitad de los no fumadores vive expuesta al humo ambiental. Espeluznante.
Estamos ya hartos de escuchar los efectos de la contaminación, y del calentamiento global, porque, a pesar de saber que nos influye, creemos que no vamos a ser nosotros los que la mejore, con tópicos como “para qué voy a cambiar yo, si la gente seguirá haciendo lo que le da la gana” o “total, uno más, uno menos…”.Pero, ¿Acaso alguien se da cuenta de lo que contaminamos? ¿Acaso alguien es consciente de que por cada calada que le da a un cigarrillo, está poniendo en peligro la vida de los que le rodean, y está llenando el aire de polución que obstruirá sus pulmones?
El efecto de la contaminación del aire respirado, es un proceso lento pero continuo, que dura años. Creo que sobra decir que es un proceso degenerativo, que empeora con los años, y dependiendo de la ciudad en la que uno se encuentre.
Cuando inspiramos partículas ambientales con un diámetro menor de 2,5 micrómetros, éstos entran en nuestras vías respiratorias, principalmente en las más pequeñas, llegando luego a las paredes arteriales, e irritándolas. Los investigadores, han puesto de manifiesto que por cada aumento de 10 microgramos por metro cúbico de esas partículas, la irritación de la pared aumenta en un 5,9%. El humo del tabaco produce esta cantidad de partículas. Luego, puede llegar a matar.
Entonces ¿Qué ocurre con los fumadores?, ¿Son asesinos masivos? ¿Desconsiderados ambientales? ¿Cómo hemos de etiquetarlos? Y, más importante aún, ¿Cómo solucionarlo?
La contaminación ambiental aumenta por segundos, o mejor aún, por milésimas de segundo. Cada día se inician en el mundo unas 4.000 personas en el mundo del tabaco, lo que implica unas 4.000 veces más de contaminación que el día anterior ¡Y sólo con tabaco! Lo único que podemos conseguir con una sociedad que va por este camino, será arte, un arte oscuro que conseguirá pintar el planeta de negro, por dentro en nuestros pulmones, y por fuera.
Para estudiar a fondo el efecto del tabaco en la contaminación, hemos de examinar detalladamente los componentes medios de un paquete de tabaco, que contiene 20 cigarrillos. Estácompuesto, entre otros, por: 10 mg de alquitrán, 0,8 mg de nicotina (lo que lo hace adictivo), y 10 mg de CO (monóxido de carbono).
Se realizó en Europa un estudio sobre contaminación producida por el monóxido de carbono procedente del tabaco, y se encontró que los países que mayor nivel tenían de este gas eran Grecia, Bulgaria y Lituania, mientras que los países menos contaminados son Finlandia y Suecia.
La investigación se realizó con 111.835 personas de todos los países de la Comunidad Europea, donde cerca del 53% eran fumadores. Se midieron las concentraciones de CO en el aire expirado en varias ciudades, y así se demostró que la concentración del CO expirado en fumadores era hasta 5 veces más que la de los no fumadores.
Además, se demostró que la concentración de monóxido de carbono espirado en fumadores pasivos (no fumadores expuestos al humo del tabaco) era del doble a la de los no fumadores que no estaban expuestos al humo del tabaco.
Debemos buscar la razón por la cual en unos países se fuma más que en otros, pero, es obvio, ¿No? La severidad de las leyes antitabaco es una de las causas principales por las que el tabaco no influye de igual manera en todos los individuos del planeta. En algunos lugares se permite fumar en bares públicos, parques, calles, carreteras, e incluso en hoteles y otros establecimientos, mientras que en otros países no se permite fumar en ninguno de estos sitios gracias a la ley antitabaco, para no contaminar y no molestar a los fumadores pasivos, es por ello que la consumición de tabaco en este tipo de lugares es menor, ya que sólo puede realizarse en lugares concretos y acondicionados para dicho fin.
La prohibición de la venta de tabaco a menores de 18 años hace también que el consumo de tabaco disminuya, ya que no a todos les venden tabaco. Hemos de ser conscientes que, de no ser por esta ley, el consumo de tabaco en jóvenes sería mucho mayor, y, algo más preocupante, a una muy temprana edad.
Por último, el precio del tabaco influye también en el consumo del mismo, de modo que, en los lugares donde es más caro, es también menos probable que la adicción al tabaco comience, por una concienciación de que supondría un gasto innecesario, una atadura a pagar “algo”, durante el resto de tu vida… La variación del precio del tabaco en Europa es muy grande. En Francia, un paquete de tabaco cuesta 5,5 € aproximadamente, mientras que en Madrid cuesta 3,4 €, y en lugares como Ceuta o Melilla, sólo cuesta 2,5 € (evidentemente el precio del tabaco depende de la marca que sea consumida, estos datos son evaluando la marca Marlboro, la más consumida entre los fumadores).
A continuación, pongo esta presentación que he realizado sobre la ley antitabaco y los efectos que ésta produce.
Por otro lado, evaluaremos otro estudio sobre la contaminación del tabaco, realizado por Help CO-mets en 2005. El estudio llevado a cabo por esta organización ha medido la cantidad de CO que han respirado 112.000 personas. Cinco mil ciudadanos, se han sometido a una sencilla prueba que consiste en soplar por un tubo para conocer los niveles de CO exhalados, es una prueba similar a la que realizan a los conductores para comprobar sus tasas de alcohol en sangre.
El resultado de este estudio muestra que el humo es la principal fuente de contaminación, por encima de los coches. La media de CO en los pulmones de los fumadores es de 16,5 partes por millón (ppm), en los no fumadores de 6 ppm, y en los que no huelen ni la nicotina de 3,6 ppm. Los resultados fueron explicados de manera que se dijo que, al estar los dos grupos de no fumadores, expuestos al CO, se deduce que el tabaco contamina más que el coche. Aún así, no queremos afirmar esta hipótesis del todo porque no ha sido comprobada empíricamente con una muestra que pueda ser representativa, pero por lo menos podemos tener una breve idea de lo malo que es fumar para el medio ambiente… ¿Cuándo conseguiremos concienciarnos?
Hoy en día, hace ya más de 40 años que se está estudiando el efecto contaminante del tabaco. Se han realizado numerosos estudios que querían estudiar tanto la composición química del tabaco, como su derivación en enfermedades (tanto de fumadores activos, como pasivos. Estos estudios han revelado que el tabaco es el responsable de más de 3.000 muertes por cáncer pulmonar de adultos no fumadores, de 150.000 a 300.000 casos de bronquitis y de pulmonía – anualmente – en niños, y también de 200.000 a 1.000.000 casos de asma en niños.
España ocupa el puesto número ocho en cuanto a emisión de CO por el tabaco. Puede que una de las razones a las que se deba esto es a la cultura. La cerveza en el bar de abajo de casa a las cuatro de la tarde, siempre viene acompañada de un cigarrito o dos, y si me apuran, hasta tres, dependiendo de la persona.
Por otro lado, debemos saber que el tabaco, como fuente de contaminación, la podemos estudiar de dos modos: en primer lugar por el humo que exhalan los fumadores con cada calada, y en segundo lugar por los vapores que salen de la combustión del cigarro.
Debemos saber que dentro del humo que exhalan los fumadores, encontramos gases como el cadmio y el zinc, así como ácido cianhídrico, y otros de gran peso molecular. Lo mismo ocurre con eh humo que desprende el cigarrillo, no hace más que impregnar el aire de partículas nocivas.
Después de haber expuesto al lector toda esta información acerca de las consecuencias del tabaco para todos los que estamos viviendo en esta era, creo que ha llegado el momento de que hagamos algo. Ha llegado el momento de parar esta guerra letal que estamos realizando contra nosotros mismos. Pero ¿Cómo podemos hacerlo? Hemos visto que desde que se comenzó a comercializar el tabaco de manera masiva, la severidad de las leyes antitabaco aumentan, y cada vez los fumadores lo tienen más difícil para satisfacer su vicio, pero me pregunto, si realmente en algún momento lo verán tan imposible, como para dejarlo.
Hemos de dar las gracias a la medicina, que gracias a sus avances ha fabricado medicamentos, chicles, parches, y cigarrillos ficticios para ayudar a que los fumadores dejen de destrozar sus vidas. Cada día, al igual que son muchos los que dan la primera calada a su cigarrillo, son muchos también los que consultan a su médico o farmacéutico para dejar de fumar.
A todos los fumadores, a todos los que tienen una familia, amigos, o seres queridos, les pido que dejen de quitarse años a sí mismos, que dejen de torturarse y de buscarse el camino de la amargura, porque más allá de una calada o de el placer de un cigarrillo, pueden llegar a encontrar la verdadera felicidad y satisfacción en otras actividades. Pedir ayuda para dejarlo no es de débiles, sino de valientes, de gente que sabe afrontar las consecuencias de lo que hace, y de una gran inteligencia, por querer mejorar su vida lo antes posible.
Una vez, un sabio dijo “No le quite años a su vida, póngale vida a los años”. Por favor, háganle caso.
Ayudemos a los que fuman para que dejen de hacerlo. No nos quedemos quietos. Hagamos publicidad. Concienciemos a la gente de que no necesitan el tabaco para vivir, y para superar momentos de estrés o de depresión. Es por ello que los convoco a todos ustedes, para que salvemos al mundo, a nuestro mundo. Por cada persona que consiga dejar de fumar, habremos quitado polución al ambiente, y habremos librado a seres humanos de enfermedades mortales.
Para terminar, os dejo con un vídeo en el que se habla del tabaquismo y de sus efectos en el calentamiento global. Es un breve resumen de la principal idea que he tratado durante este artículo: el tabaco perjudica al medio ambiente y lo contamina.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.blogmedicina.com/2007/10/31/contaminacion-por-tabaco/
http://ergonsi.blogspot.com/2007/11/contaminacin-por-tabaco.html
http://www.sagan-gea.org/hojared/hoja10.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Tabaco
http://erenovable.com/2007/01/28/el-humo-de-tabaco-puede-contaminar-mas-que-los-vehiculo-diesel/
Rebeccah Cohen
Excepcional!!!
ResponderEliminarComo ya te dije es un punto de vista en el que nunca había pensado y desde luego me has hecho reflexionar sobre mi contribución a la contaminación y por extensión al calentamiento global.
Te has ganado el ansiado 10.
Además has usado muchas de las herramientas que hemos aprendido durante el curso y el formato del artículo hace uso de la hiopertextualidad.
ResponderEliminar