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30 de noviembre de 2011

Los jovenes e Internet. ¿Como y para que?


Los jóvenes son los más expuestos a Internet, por la sencilla razón de que en la etapa de enseñanza ( entre 15 y 25 años) cada vez se esta utilizando más y más la tecnología. Esto solo ocurre en las grandes ciudades, donde hay más dinero y mucha tecnología, en cambio en zonas rurales y zonas de pobreza no hay Internet, con lo cual se podría decir que hay una fractura digital.


Para los jóvenes, el Internet es una método más para poder comunicarse, se podría decir que es una extensión de una relación social y cotidiana. Pero todos los jóvenes no tienen la misma opinión, hay otros que dicen que utilizan el Internet para poder conocer cosas que la escuela no se lo permite.

Hay mucha diferencia entre la enseñanza de los colegios públicos y los privados: en el colegio público los padres siguen atentamente y controlan las actividades que realizan sus hijos, se preocupan por los peligros de la ciudad y se muestran muy alertas frente a los riesgos de la tecnología. En cambio en el colegio privado los padres dicen que el Internet es necesario porque los vincula con lo moderno.
Los propios profesores están muy entusiasmados con Internet, aunque poco capacitados en su uso. En aulas y colegios con equipamiento elemental, envían a sus estudiantes a realizar las tareas por Internet. ¿Cómo lo hacen, qué pautas utilizan, con qué finalidad?Es un tema que les debe de llamar la atención a los padres, porque no hay una preparación y una planificación que aliente a los estudiantes y maestros a desarrollar un aprendizaje colaborador. Se puede usar la tecnología y tener Internet en el aula, pero conservarse el modelo tradicional de transmisión de información.

Se comete un error cuando se piensa que Internet es solamente una tecnología. Se trata de una forma de comunicación crecientemente central y que requiere incorporarse a las políticas culturales y educativas. Se hace indispensable enfrentar el viejo concepto de que el conocimiento o los conocimientos provienen solamente de la lectura y plantear la complementariedad entre imagen y lectura. Buena parte de los que nuestros niños y adolescentes saben hoy proviene de lo que ven y escuchan. Por ese motivo, frente a la abundancia informativa y de las imágenes, se hace necesario aprender a discernir, a discriminar la información y desarrollar políticas y prácticas interculturales en la escuela y el hogar que le permitan a nuestros niños y adolescentes pensar y razonar.


FUENTES:
http://elcomercio.pe/edicionimpresa/html/2008-06-08/que-uso-le-dan-jovenes-internet.html


OPINIÓN PERSONAL:
A nosotros nos parece que en la actualidad los jóvenes tenemos mucha tecnología y eso es bueno para nosotros, pero siempre y cuando hagamos un uso correcto en cuanto a cantidad de tiempo. Pensamos que el Internet es una cosa más que hay en nuestra vida, pero tampoco le damos tanta importancia como le dan varias fuentes de información.

¿Son los móviles malos para la salud?



La telefonía móvil es algo corriente en todo el mundo. Esta tecnología inalámbrica se basa en una amplia red de antenas fijas o estaciones de base que transmiten información mediante señales de radiofrecuencia (RF). Hay más de 1,4 millones de estaciones de base en todo el mundo, y la cifra está aumentando. Sin embargo, desde sus inicios siempre nos hemos preguntado, ¿son los móviles malos para la salud? 

Hasta la fecha, el único efecto de los campos de Radiofrecuencia en la salud que se ha señalado en los estudios científicos se refería al aumento de la temperatura corporal (+1º C) por la exposición a una intensidad de campo muy elevada que sólo se produce en determinadas instalaciones industriales. Los niveles de exposición a RF de las estaciones de base y las redes inalámbricas son tan bajos que los aumentos de temperatura son insignificantes y no afectan a la salud de las personas.La potencia de los campos de RF alcanza su grado máximo en el origen y disminuye rápidamente con la distancia. Una serie de estudios recientes ha puesto de manifiesto que la exposición a RF de las estaciones de base y tecnologías inalámbricas en lugares de acceso público (incluidos hospitales y escuelas) suele ser miles de veces inferior a los límites establecidos por las normas internacionales. 

Las noticias publicadas por los medios informativos sobre casos de cáncer en torno a estaciones de base de telefonía móvil han puesto en alerta a la opinión pública. Sin embargo, el cáncer se distribuye geográficamente de forma irregular en cualquier población. Dada la presencia generalizada de estaciones de base en el entorno, pueden producirse conglomerados de casos de cáncer cerca de estaciones de base simplemente por casualidad. Además, los casos de cáncer notificados en esos conglomerados suelen ser de distinto tipo, por lo que no es probable que se deban a una misma causa. Los estudios publicados al respecto, no han encontrado pruebas de que la exposición a RF aumente el riesgo de cáncer. Tampoco lo han hecho los estudios a largo plazo en animales, incluso sometidos a niveles muy superiores a los que producen las estaciones de base y las redes inalámbricas.



Aún así, el Gobierno Británico ha realizado una serie de estudios que indican que estas radiaciones podrían afectar de una manera mas perjudicial a los niños que a los adultos, ya que aún no se han desarrollado completamente y las RF podrían afectarles más fácilmente. Debido a éstos estudios, Francia se unió en el año 2009 a la idea de prohibir los teléfonos móviles en las escuelas de primaria a niños menores de 10 años.
Sin embargo, este no ha sido el único estudio que se ha echo acerca de la posibilidad de que los teléfonos móviles sean perjudiciales para la salud.

El Instituto Nacional de Salud estadounidense realizó en el año 2009 un estudio con 47 personas en el cual llevaban un teléfono sujeto a cada lado de la cabeza, uno encendido y el otro apagado. Los resultados fueron sorprendentes, la parte cerebral que estaba más cerca del teléfono móvil encendido poseía claramente un aumento de la actividad cerebral. Según el govierno de los EEUU, puede que dentro de 10 años las repercusiones del excesivo uso del teléfono móvil se acaben notando, sin embargo, en España, la CCARS (Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y en Salud) junto con la UCM (Universidad complutense de Madrid), tras un estudio realizado en el año 2009 asegura que no hay peligro alguno ya que ninguno de los estudios experimentales realizados hasta la fecha muestra efectos negativos inmediatos para la salud de las personas.
Los estudios con seres humanos y animales en los que se han examinado las ondas cerebrales, las funciones intelectuales y el comportamiento tras la exposición a campos de RF, como los generados por los teléfonos móviles, no han detectado efectos adversos. El nivel de exposición a RF utilizado en esos estudios era unas 1000 veces superior al de exposición del público en general a RF de estaciones de base o de redes inalámbricas. No hay pruebas de que se produzcan alteraciones del sueño o de la función cardiovascular.



Y, ya que en todo debate hay dos posturas, en éste también. Un estudio realizado en la Universidad de Florida en el año 2010 dictamina que los móviles, además de no ser perjudiciales para nuestra salud, podrían ayudar al cerero a prevenir el Alzehimer. El estudio fue realizado a un grupo de roedores modificados genéticamente para desarrollar el Alzehimer. Éstos fueron expuestos a ondas electromagnéticas idénticas a la de los teléfonos móviles y el resultado no fue para nada lo que los científicos se esperaban que pasase. “Los ratones se vieron protegidos si la exposición a móviles comenzaba al principio de la edad adulta. Y si la exposición a teléfonos móviles se iniciaba después de ya presentar deterioro en la memoria, revirtió ese deterioro”.





Teniendo en cuenta los muy bajos niveles de exposición y los resultados de investigaciones reunidos hasta el momento, se concluye que no hay ninguna prueba científica convincente de que las débiles señales de Radiofrecuencia procedentes de las estaciones de base y de las redes inalámbricas (móviles en éste caso), tengan efectos adversos en la salud. Sin embargo, algunas personas consideran probable que la exposición a Radiofrecuencia entrañe riesgos y que éstos puedan ser incluso graves en un futuro no muy lejano. Ese temor se debe, entre otras cosas, a las noticias que publican los medios de comunicación sobre estudios científicos recientes y no confirmados, que provocan un sentimiento de inseguridad y la sensación de que puede haber riesgos desconocidos o no descubiertos. Por ello, la OMS (Organización Mundial para la Salud) ha establecido un programa para supervisar las publicaciones científicas sobre los campos electromagnéticos, evaluar los efectos en la salud de la exposición a frecuencias de 0 a 300 GHz, ofrecer asesoramiento sobre los posibles peligros de los campos electromagnéticos y determinar las medidas de mitigación más idóneas.