Biocombustibles

Biocombustibles

El abastecimiento, el consumo y la utilización de la energía está siendo uno de los principales problemas en la actualidad. La posible desaparición de las fuentes de las que nos abastecemos (fuentes no renovables) no es la única preocupación que atañe al tema de las energías; ahora también se ha desatado una preocupación acerca de la consecuencias que pueden tener estas energías sobre el medio ambiente. 

Es a partir de este momento cuando nos empezamos a plantear la utilización de distintos tipos de energía, como las energías renovables o los biocombustibles.

Los biocombustibles son una mezcla de hidrocarburos procedentes de la biomasa, es decir, de origen biológico, obtenidos a partir de residuos orgánicos. Estos residuos proceden habitualmente del azúcar, del trigo, del maíz y de otras semillas oleaginosas.
Este tipo de combustible reduce el volumen total de CO2 emitido a la atmósfera, ya que las plantas, al ser quemadas, devuelven a la atmósfera el dióxido de carbono que han tomado del aire anteriormente, por lo que se produce un proceso de ciclo cerrado. 

Dentro de los biocombustibles encontramos el Biodiésel, que se fabrica a partir de grasa animal y aceites vegetales. Este producto es muy similar al gasóleo (obtenido del petróleo) y puede utilizarse en motores de ciclo diésel. Por otro lado, encontramos el Bioetanol, obtenido a partir de la remolacha, la caña de azúcar o el maíz. Utilizado como combustible, y cada vez mas a menudo, sobre todo ante el esperado fin del petróleo o el gas natural.

Sin embargo, ¿podríamos decir que los biocombustibles son la energía del futuro? Lo cierto es que todavía no se puede asegurar ninguna respuesta clara, pero sí que podemos vaticinar que los biocombustibles están “perdiendo audiencia”...

A pesar de que estas novedosas y, al parecer, poco dañinas fuentes de energía se asentaron bastante bien en los países occidentales al actuar como sustituyentes de los antiguos combustibles -puesto que no son contaminantes para el medio ambiente-, la ONU ha anunciado que los biocombustibles podrían llegar a ser responsables de  muertes masivas por hambruna.


Los temores que han surgido en las últimas décadas acerca del cambio climático han aumentado la demanda de combustibles alternativos. Debido a ésto, en países como Brasil (uno de los mayores productores de biocombustibles en en el mundo), se están utilizando mas plantaciones para éstos biocombustibles que para la propia alimentación de los habitantes, aumentando de éste modo el precio de los alimentos.

Es por esto por lo que la FAO ha organizado recientemente una jornada única para poder alcanzar alguna solución ante la crisis alimentaria mundial, desatada por la subida de los precios en los alimentos.
Jean Ziegler, el relator de la ONU para el Derecho a la Alimentación, acusó a la Unión Europea, Estados Unidos y Japón de promover los biocombustibles a pesar de la gran subida de precios que se estaba dando en ciertos países y que está actualmente provocando ésta crisis.

Este video de Informe Semanal nos muestra los motivos del hambre como consecuencia de los biocombustibles.

La solución no es para nada fácil. Todos queremos un mundo menos contaminado y energías que ayuden a proteger el medio ambiente, sin embrago, al mismo tiempo que intentamos salvar nuestro planeta, una de cada seis personas que habitan en él son víctimas del hambre.

Está claro que los biocombustibles no son la esperanza que andábamos buscando. Su futuro depende única y exclusivamente de nosotros mismos: los biocombustibles seguirán llenando los depósitos de nuestros coches si decidimos anteponer el medio ambiente a los problemas que acarrea el hambre; por el contrario, si aprendemos la definición de empatía y solidaridad, quizá tengamos que poner en práctica el cerebro para conseguir nuevas fuentes de energía, pero nuestra conciencia debería estar tranquila, o, al menos, esa es la teoría...

Paula Escusol y Eduardo Yunquera