NO ES TODO “SOL” LO QUE RELUCE
Como ya estamos casi a final de curso, llega el momento de la reflexión, por eso voy a permitirme ser crítica en este artículo.
Este año he trabajado y aprendido bastante sobre el tema de energías renovables. Me ha servido para comprender la importancia de favorecer estas energías para hacer frente a retos tales como la demanda creciente de energía y la necesidad de cuidar más y mejor nuestro planeta. Por eso, me ha interesado conocer cuál es la realidad en nuestro país sobre la energía solar, ya que dentro del campo de las energías renovables, la fotovoltaica es una de las que tiene más posibilidades de expansión. Además a diferencia de otras, como la eólica, no necesita de unas condiciones geográficas y climáticas concretas para su instalación: en España, abunda el sol y esto permite realizar instalaciones muy próximas a los centros de consumo -viviendas, edificios...- que pueden así autoabastecerse de parte de sus necesidades energéticas.
Lo cierto es que el escenario en España es sorprendente, si nos preguntamos cuál es el país del mundo con mayor potencia solar instalada, probablemente contestaríamos que algún país árabe, Grecia, Italia…o ¿acaso España?. Pues no, el país con mayor despliegue de la energía solar en el mundo es Alemania. Un país donde el nivel de radiación solar es 6 veces inferior al nuestro.
El siguiente paso sería preguntarnos por qué esto es así, y la respuesta también es increble: "la burocracia". Es un gran obstáculo porque hay que luchar con la compleja tramitación administrativa, los problemas técnicos de conexión o la dificultad para acceder a las ayudas e incentivos directos. A todo esto hay que añadir la decisión del Gobierno actual de limitar la cantidad total de energía solar primada que se puede instalar anualmente en España.
El que esté primada significa que la legislación actual obliga a que toda la energía producida mediante la captación en placas solares fotovoltaicas sea comprada por las compañías eléctricas pagando un precio bastante generoso. Sin embargo, este sistema tiene grandes carencias para instalaciones domésticas.
Los particulares que quieren montar placas solares en su casa para vender la electricidad sobrante tienen que superar una carrera de obstáculos: tienen que darse de alta en el impuesto de actividades económicas, declarar el IVA (ya que facturan electricidad a la compañía eléctrica) y hacer una declaración de IRPF compleja para incluir dicha actividad.
En Alemania sin embargo todo son ayudas, facilidades e incentivos. Tal vez por ello en aquel país nublado y lluvioso se instalaron el año pasado 500 MW de potencia fotovoltaica, más que todo lo previsto en el plan español hasta el 2010.
Como ejemplo, además de curiosidad, hacer una instalación pequeña de unos 10 kw. Se puede tardar en realizar unos 10 días. Pues bien, legalizarla puede costar entre 6 y 8 meses. Interviene la Compañía eléctrica, el Ayuntamiento (licencia de obras), la comunidad autónoma correspondiente (2 veces), el Ministerio de Industria, y por supuesto la entidad de inspección correspondiente. Y cada uno se da un mes para resolver el expediente. La pregunta es: ¿son unos paneles en mi tejado ó voy a poner una central nuclear?
Si a eso le añadimos la incertidumbre de si puede haber intereses económicos que se anteponen a la producción de una energía más limpia, y me surgen cuestiones como cuánto se va a dejar de ingresar por el impuesto que llevan las energías, si yo soy autosuficiente y pido a una compañía que me desenganche de su red no pasaría nada, pero como cunda el ejemplo, no solo va a perder el negocio las compañías eléctricas sino que hacienda va a dejar de ingresar lo que no podemos ni imaginar, y el día que pueda recargar las baterías de mi coche en el garaje de mi casa, crujirán los cimientos del estado, las fuentes de energía domésticas además de limpias son difíciles de controlar (más bien difícil de fiscalizar).
Para concluir, voy hacer mi pequeña aportación de opinión. Creo que es bueno el trabajo que se está haciendo concienciando a la Sociedad de la importancia de perservar el medio ambiente, pero en nuestro país tenemos un camino tortuoso de andar, ya que es necesario una acción política eficaz para lograr este objetivo y vemos que otros países van más avanzados por una coherencia en sus políticas de sostenibilidad.
En una Sociedad donde lo que prima es el beneficio, el dinero, deberíamos preguntarnos ¿qué coste y qué beneficio tiene dañar nuestro planeta?. La respuesta es fácil, no hay dinero que lo pague, entonces por qué se siguen protegiendo veladamente intereses que van en contra del futuro de nuestro planeta…….
Ojalá tuviera yo la mitad de capacidad de análisis y de crítica que tienes tu a tu edad.
ResponderEliminarEs un perfecto resumen de la problemática que podría extenderse a casi cualquier actividad en nuestro país. Y es que todo son dificultades burrocráticas.
Gran trabajo.