31 de diciembre de 2009

Móviles: ¿perjudiciales para la salud?

Hoy en día, los teléfonos móviles forman parte de la vida cotidiana de las personas. Ha cobrado tal importancia en la sociedad, que ahora es imposible imaginar una vida de una familia, o una persona sin usar este aparato electrónico. Los principales síntomas de que una persona no puede "vivir sin móvil" son: ansiedad al olvidarse el teléfono o quedarse sin cobertura o saldo, sentirse mal cuando se alejan unos metros del aparato.... En resumen, la mayoría de las personas no son capaces de pasar el día sin el teléfono, y envían decenas de mensajes diarios, lo usan como reloj, despertador, listín telefónico, etc. Asimismo, lo usan en cualquier momento que no están ocupados, como en el viaje en tren o en colectivo, en una sala de espera, etc.

No somos conscientes del enorme cambio que ha supuesto esta innovación en la era de la tecnología y de la comunicación.
Antiguamente, las personas no disponían de un teléfono móvil, y llevaban una vida que en aquella época era normal, pero que en nuestro siglo no se puede incluso imaginar.
Además, el uso de este aparato supone una distracción en el ámbito social tanto de los niños como de las familias en general, y provoca que haya una disminución de la relación verbal producida entre familiares. Pero, lo más importante es que el uso de los móviles puede producir varios efectos negativos en la salud
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Desde que los teléfonos móviles fueron inventados, se han llevado a cabo varias investigaciones, las cuales advierten que el uso de éstos, por estar basado en emisiones electromagnéticas en la banda de las microondas, podría ser perjudiciales para la salud.

Las emisiones electromagnéticas pueden ser peligrosas dependiendo del tipo de radiación que sea y de la dósis en la que se encuentre. Aquellas radiaciones que pueden llegar a romper moléculas del cuerpo, son perjudiciales para la salud ya que podría llegar a ocasionar un cáncer. Cuando hablamos de la dósis de radiación, nos referimos a la intensidad y al tiempo de exposición de la radiación. Las grandes intensidades implican mayor riesgo.

Para poder saber de qué estamos hablando, primero hay que saber cuál es la estructura de un sistema de telefonía móvil.

- ESTRUCTURA DE UN SITEMA DE TELEFONÍA MÓVIL

Un sistema de telefonía móvil está construido para poder ofrecer a las personas la posibilidad de comunicarse con otras en cualquier lugar donde se encuentre. Para ello, se usa el espectro radioeléctrico. Como sabemos, no se puede comunicar por teléfono móvil si no hay cobertura en el lugar, y para que dispongamos de cobertura, hace falta desplegar una red de comunicaciones.
La red de comunicaciones se compone de muchos elementos: entre ellos se encuentran las estaciones base y los teléfonos móviles. Estos dos elementos producen emisiones electromagnéticas.

TIPOS DE EMISIONES
En la imágen vemos un esquema de la distribución del espectro electromagnético

Las emisiones electromagnéticas se diferencian en la frecuencia a la que oscila la señal, y podemos ver una distinción entre ionizantes y no-ionizantes, y en la energía que transporta


- Emisiones ionizantes: son aquellas que pueden arrancar un electrón de un átomo o molécula. Por ejemplo: rayos X, rayos ultravioleta... La exposición de este tipo de radiaciones puede perjudicar gravemente a la salud de un individuo.
-Emisiones no-ionizantes: son aquellas que no tienen la energía suficiente para ionizar la materia. Esto quiere decir que no afectan a la estructura de las moléculas. De este tipo son las emisiones de la telefonía móvil.
Estamos rodeados de emisiones electromagnéticas: en las calles, en las viviendas... La máxima exposición del cuerpo a estas radiaciones puede acabar provocando daños en la salud del individuo.
Dentro de una vivienda nos llegan todas las emisiones. Sino, ¿cómo podemos escuchar la radio, ver la televisión o hablar por el móvil dentro de la casa?. Aún así, la intensidad electromagnética de una antena de telefonía depende del número de persona que en cada momento usan el teléfono móvil dentro de su zona de covertura.
En la azotea de un edificio podemos encontrar: pararrayos, antenas de radio , antenas de televisión y, aparte de todo eso, antenas de telefonía fija, radioenlaces y antenas de telefonía móvil. Todas ellas emiten ondas de frecuencia.
Las microondas emitidas por las antenas de telefonía móvil tienen un débil poder de penetración a través de los muros y las paredes de las viviendas; en cambio, penetran con facilidad a través de puertas y ventanas, sobre todo penetran con facilidad en el vidrio.

EFECTOS QUE PRODUCEN LOS TELÉFONOS MÓVILES EN LA SALUD

1. Alteran el ADN humano
Un estudio sobre los teléfonos móviles que fue financiado por la Unión Europea en el que participaron 12 países pertenecientes a ella, concluye que las ondas electromagnéticas que producen los móviles dañan las cadenas que transportan la información genética que están en el núcleo de las células.
El Estudio Reflex, coordinado por el grupo investigador alemán Verum, estudió el comportamiento de la radiación y cómo puede afectar a las células humanas y animales. Los científicos encontraron que, tras ser expuestas a campos electromagnéticos, las células mostraban un notable incremento en los daños al ADN, que no siempre podían ser reparados.
Franz Adlkofer, director de la investigación, afirmó que la gente debería utilizar líneas fijas antes que celulares siempre que sea posible. "No deseamos sembrar el pánico, pero es bueno tomar precauciones", expresó.

2. Pueden provocar accidentes de tráfico
En el año 2006 el número total de accidentes de circulación con víctimas fue de 99.797, 49.221 en carretera y 50.576 en zona urbana. La distracción como factor concurrente estuvo presente en 17.066 accidentes en carretera, lo que supone un 35% y en 13.161 accidentes en zona urbana, lo que supone un 26%.
Usar el teléfono móvil mientras se conduce nos impide percibir un 50% de la información de la carretera. Es un claro objeto de distracción que, hoy en día, es la causa de muchos accidentes de tráfico.
Según un estudio de observación llevado a cabo en agosto del 2006 por el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, el 1,6% de los conductores de turismos y furgonetas hacen uso del teléfono móvil de forma manual mientras conduce, siendo un elemento claro de distracción. Con lo cual, el uso de teléfonos móviles mientras se conduce hace que el conductor pierda la concentración en la carretera y esto puede provocar accidentes de tráfico.

3. En los niños menores de 12 años perjudican más a la salud

Veinte científicos de Europa y Estados Unidos, en su mayoría cancerólogos afirman que en los niños menores de 12 años, los móviles pueden perjudicar más a su salud debido a que los órganos en desarrollo son los más sensibles a la influncia posible de la exposición a los campos electromagnéticos.

Por eso, recomiendan que mantengamos algunas posturas a la hora de que los niños usen el móvil: mantener el teléfono a más de un metro del cuerpo, evitar llevar el móvil sobre uno mismo, acercar el aparato al oído sólo una vez establecida la comunicación, limitar la duración de la llamada, preferir los mensajes y evitar las llamadas desde los lugares en los que la señal es débil.

En la imágen podemos ver como una niña que oscila entre los 2 y 3 años, está hablando por el móvil.

4. En los jóvenes se produce una relación entre el uso intenso de los móviles una conducta que pone en riesgo su salud.
Según un estudio realizado por Gaby Badre, médico de la Academia de Sahlgren en Gotemburgo, a 21 jóvenes de entre 14 y 20 años, los jóvenes que usan en exceso los móviles tienen mayores problemas para conciliar el sueño y sufren estrés y fatiga.
El estudio se realizó de la siguiente manera: Gaby Badre dividió a los 21 jóvenes en dos grupos, uno de control y otro experimental. En el primero había tres hombres y siete mujeres y en el segundo tres hombres y ocho mujeres.
El grupo de control realizó menos de cinco llamadas diarias y/o envió cinco mensajes de texto al día, mientras que el grupo experimental realizó más de quince llamadas y/o envió 15 mensajes de texto. ¿Qué consecuencias tuvieron los componentes del grupo experimental?
Según una investigación, los jóvenes que usan de forma excesiva lo móviles tienen un estilo de vida descuidado con mayor consumo de bebidas estimulantes, dificultades para dormir y mayor susceptibilidad al estrés y a la fatiga.
Gaby Badre afirma: "Parece existir una relación entre el uso intenso de los móviles y una conducta que pone en riesgo la salud, como es el consumo de cigarrillos, estimulantes y alcohol".


5. En mujeres embarazadas se produce una relación entre el uso de los móviles de las mujeres embarazadas y el posterior desarrollo de problemas de conducta en sus hijos.
Según un estudio realizado por la universidad de Los Angeles (California) y la universidad Aarhus (Dinamarca) a más de 13000 niños, las mujeres que utilizan los móviles en exceso tienen más posibilidades de que sus hijos tengan problemas de comportamiento. Puede provocar hiperactividad y dificultades emocionales y de relación con las demás personas cuando el niño alcance una cierta edad. El estudio añade que este tipo de problemas de comportamiento aumenta si el niño utiliza el móvil antes de los 7 años.
Los resultados de este estudio fueron que un 54% de las mujeres que hablaban por el móvil durante el embarazo tuvieron hijos que desarrollaron desórdenes y que estos desórdenes aumentaron con la mayor exposición de la mujer a las radiaciones. Además, si los niños utilizaban los móviles de pequeños, en un 80% de los casos tuvieron una mayor tendencia a sufrir estos problemas de conducta

6. Asociación de un tipo de cáncer al uso de teléfonos móviles
Según un estudio publicado en ‘American Journal of Epidemiology’, que fue realizado por el médico Siegal Sadetzki del sector de epidemióloga en la Universidad de Tel Aviv en Israel, el uso intensivo del móvil está relacionado con una posibilidad más alta de padecer tumores (benignos o malignos) en las glándulas salivares.
En esta investigación, se estudiaron 500 casos de personas diagnosticadas con tumores tanto benignos como malignos en las glándulas salivares. A estas personas se les preguntó sobre su frecuencia de uso de los teléfonos móviles y sobre la duración de las llamadas. De estas personas, aquellos que usaban intensamente el teléfono móvil en el lado de la cabeza en donde se les encontró el tumor tenían una incidencia un 50% mayor que aquellos que no usaban este dispositivo electrónico.El estudio encontró además un aumento del riesgo de cáncer en aquellos que vivían en zonas rurales. Esto es a que al haber menos señal en estas zonas, los teléfonos tienen que emitir una señal más intensa para poder comunicarse. Sadetzki recomienda que la gente use dispositivos de manos libres, que se mantenga despegado el terminal de su cuerpo cuando se realice una llamada, hacer menos llamadas o hacer llamadas de menos duración.

7. Los móviles generan estrés
Según una investigación realizada en 1997 por el Departamento de Biología Animal de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Valencia, los móviles generan estrés.
Para el estudio se utilizó un grupo de ratones de los que se conocía con antelación su comportamiento. Se decidió alterar la situación en la que se encontraban activando en su entorno un teléfono móvil para ver qué efectos producía en ellos. Los ratones recibían dosis de radiación similares a las que recibe un usuario. Evidentemente, una persona no es un ratón pero hay que decir que el estrés se produjo de forma inmediata al recibir las llamadas y que no desapareció al eliminar la radiación sino algún tiempo después.

8. Otros efectos: tumores, fatiga, depresión, alzheimer...
En un artículo publicado por el periódico inglés, 'Daily Express', los expertos hablan de que no se le ha dado importancia a los riesgos que las antenas móviles y la tecnología inalámbrica suponen para la salud. Se realizo un estudio mediante el cual se llego a la conclusion de que los impulsos electromagnéticos que transmiten las antenas pueden afectar al sistema inmunológico y a las funciones neurológicas. Incluso puede afectar a los patrones de memoria y sueño, causando tumores cerebrales, cánceres y alzheimer.
Además, el estudio afirma también que la radiación puede tener un efecto sobre la fertilidad y el metabolismo y que puede causar depresión y fatiga.















Después de haber observado y estudiado todos los efectos que producen las radiaciones que transmiten los móviles y las antenas telefónicas, vemos claramente que perjudica a la salud. Entonces, ¿por qué si se constatan evidencias de los efectos negativos que producen las radiaciones de los teléfonos móviles se sigue permitiendo a la gente que siga utilizando estos aparatos electrónicos?, o es más, ¿por qué después de saber todo esto no se advierte a los usuarios de los posibles riesgos a los que se exponen para que al menos limiten su uso?.
La realidad es que las propias compañías de telefonía móvil y las empresas fabricantes de móviles son conscientes de los problemas que suponen el uso de este aparato electrónico, pero no todas ellas lo reconocen públicamente. Y, para poder tranquilizar a sus consumidores para que sigan comprando sus productos utilizan eslóganes del tipo: "hay que seguir investigando" o "no hay suficientes pruebas para poder determinar que los móviles perjudican a la salud".
Es verdad que los seres vivos que están en nuestro planeta están sometidos constantemente a radiaciones electromagnéticas, pero aún así la intensidad de estas radiaciones está aumentando cada vez más con el paso del tiempo.
En definitiva, el uso de teléfonos móviles como otros nuevos conceptos tecnológicos que se van introduciendo poco a poco en la sociedad, generan una gran polémica. Hay que tener cuidado con el uso y con la frecuencia que utilizamos estos aparatos, porque aunque la tecnología siga avanzando, nuestro cuerpo sigue siendo el mismo. Por eso no hay que abusar de estas innovaciones que se dan en nuetro siglo porque acabará dañando a nuestro cuerpo, a nuestra salud.

Para terminar, les dejamos con un vídeo en el que se vé la evolución de los teléfonos móviles desde 1985 hasta nuestros días.







Por Rebeccah Cohen y Sarah Benzaquén


1/01/2010