Los residuos radiactivos son materiales que no tienen un uso previsto y que contienen radiactividad, es decir elementos radiactivos que se desintegran continuamente y que emiten radiaciones ionizantes que pueden afectar negativamente a las personas y al medio ambiente, por lo que es necesario gestionarlos de manera adecuada y segura. En España la gestión de los residuos radiactivos es un servicio público que lo realiza desde 1984 la empresa ENRESA, de acuerdo con el Plan General de Residuos Radiactivos aprobado por el gobierno.
Los residuos radiactivos se producen en las distintas aplicaciones en las que está presente la radiactividad, y que son:
Aplicaciones energéticas. Es el grupo más importante. El mayor volumen de residuos radiactivos se produce en las distintas etapas por las que pasa el combustible nuclear y en la operación y el desmantelamiento de las centrales nucleares. Todos estos residuos suponen alrededor del 95% de la producción total.
Aplicaciones no energéticas. Derivadas de los usos de los isótopos radiactivos, fundamentalmente en actividades como medicina, investigación e industria. Este grupo se conoce como el de los “pequeños productores“ porque el volumen de residuos radiactivos que generan es pequeño, comparado con el originado en la producción de energía eléctrica de origen nuclear.
En la Unión Europea, se producen anualmente unos 40000 m3 de residuos radiactivos. De esta cantidad, el 84%, son residuos de baja actividad. El resto corresponde al combustible nuclear ya gastado y a otros residuos de alta actividad.
Para clasificar los residuos radiactivos se pueden usar diversos criterios, tales como su estado físico (sólidos, líquidos y gaseosos), tipo de radiación emitida (alfa, beta, gamma), contenido en radiactividad (alto, medio, bajo), si generan o no calor, etc.. Desde el punto de vista de su gestión, en España los residuos radiactivos se clasifican actualmente en residuos de baja y media actividad que se producen en las centrales nucleares, en los hospitales por aplicaciones médicas y en otras aplicaciones industriales y residuos de alta actividad.
En las instalaciones médicas y hospitalarias, el uso de isótopos radiactivos para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades es muy amplio y está en constante crecimiento. Estas actividades generan residuos radiactivos sólidos: algodones, guantes de goma, jeringuillas, etc., así como residuos radiactivos líquidos. Por otro lado, en el tratamiento de tumores se emplean fuentes radiactivas que una vez gastadas se convierten en residuos.
El tipo de residuos que tiene una gestión más compleja son los residuos de alta actividad ya que emiten una radiación muy elevada, desprenden calor y tienen un contenido de radiactividad tan elevado que su decaimiento natural es muy largo. El principal residuo de alta actividad es el combustible nuclear gastado que se produce en las centrales nucleares.
En España y en muchos otros países, la decisión definitiva con respecto a la gestión del combustible gastado no está tomada. En España sin están decididos sin embargo los pasos necesarios para esa decisión, que figuran en el Plan General de residuos radiactivos aprobado por el gobierno en el año 2006.
En el actual VI Plan aprobado en junio de 2006, se hace un inventario de los residuos y se determinan los costes de gestión que deben ser asumidos por los productores de residuos radiactivos. Además, se relacionan los programas de investigación y las colaboraciones y participaciones con organismos, empresas e instituciones internacionales que trabajan en estos campos.
En el Plan se incluye un Almacén Temporal Centralizado (ATC) como la solución transitoria a adoptar en España para la gestión del combustible gastado de sus centrales nucleares. A este fin y para la designación del emplazamiento, se determinó que se abrirá un proceso de solicitud de candidaturas de ayuntamientos de toda España, que posteriormente se valorarían desde el punto de vista técnico y de otros factores. Este proceso se finalizó en 2012 y se eligió el término municipal de Villar de Cañas (Cuenca) para la construcción del ATC.
El ATC es un almacenamiento temporal, generalmente prolongado por un periodo aproximado de 100 años, en los que los residuos son mantenidos en condiciones seguras hasta tomar una decisión posterior sobre su gestión. Esta solución intermedia permite poder aplicar nuevas tecnologías y soluciones que pudieran aparecer en el futuro, pero tiene el inconveniente de ser una carga delegada en las generaciones futuras, que se convertirían en las responsables de solucionar este problema. Desde el punto de vista ético es un aspecto discutible que genera controversias.
Con respecto a la gestión final, hay un consenso internacional sobre la viabilidad técnica de los almacenes geológicos profundos (AGP), existiendo un alto grado de desarrollo en muchos países, aunque los procesos de implantación están siendo más lentos de lo previsto, fundamentalmente por problemas de aceptación pública y por el hecho de existir soluciones de almacenamiento temporal satisfactorias. Aunque son varios los países que se encuentran en fases muy avanzadas respecto al AGP (EE.UU., Francia, Alemania, Suecia, Finlandia, etc.), actualmente no hay ninguna instalación operativa, a excepción de la denominada planta WIPP en Estados Unidos para residuos del programa de defensa.
Además, se está teniendo en cuenta en la toma de decisiones el criterio de hacer que las soluciones que se adopten sean reversibles, atendiendo a una responsabilidad intergeneracional, pues se es consciente de que el combustible gastado conserva un potencial energético muy elevado que puede ser utilizado en el futuro y desde este punto de vista sería más adecuado que pudiera estar disponible y no proceder a su almacenamiento definitivo en formaciones geológicas profundas, en las que sería difícil su recuperación. Esta opción puede justificar la opinión negativa que desde el punto de vista ético se manifiesta, con respecto al traspaso de cargas indebidas a las generaciones futuras debidas a los residuos radiactivos.
He creado una animación con el programa Scratch dedicada a la enseñanza infantil. Os dejo el link de descarga del archivo .rar. Para reproducirla, extraed el archivo y dadle doble click, la animación empezará automáticamente. Al final de la misma hay una parte interactiva.
El día que hayáis envenenado el último río, abatido el último árbol y asesinado el último animal, os daréis cuenta de que el dinero no se puede comer.
Proverbio indígena.
Una casa ecológica, también llamadas ecocasas o ecoviviendas, no es más que una casa normal pero que tiene ciertas características que hacen que sea menos dañina para nuestro planeta. La impresión que tenemos de las casas ecológicas es que deben ser lugares diseñados específicamente para ser mediambietalmente amigables, pero esto es falso. Cualquiera puede hacer de su casa una casa ecológica.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de ecologizar nuestra casa es que debe ser eficiente. Esta es aquella que explota al máximo todos los recursos, como la luz, el agua, la electricidad... etc. Sin tener menos prestaciones, es decir, utilizar menos para tener más. ¿Crees que tu casa es eficiente?
Para lograr esta eficiencia se pueden hacer muchas cosas. Por ejemplo podemos comprar electrodomésticos de bajo consumo que son aquellos que gastan menos. Esto puede generar una gran diferencia en el consumo de una casa ya que según los informes el 50% de la energía proviene de estos aparatos. Para saber si tus electrodomésticos son eficientes solo hay que mirar su etiqueta.
A la hora de comprarlos hay que reflexionar sobre nuestras necesidades y no comprar más que lo que necesitamos, de esta manera no malgastaremos.
Otra cosa muy sencilla que se puede hacer es poner bombillas de bajo consumo o incluso bombillas led. Estas últimas se piensa que serán la iluminación del futuro debido a, entre otras cosas, son entre 90-80% más eficientes y además duran mucho más, es decir no sólo gastaremos menos electricidad sino que además harán falta menos recursos para producir bombillas porque habrá que cambiarlas cada más tiempo, aunque tienen muchas otras ventajas. Por ejemplo no emiten calor, por lo que no se pierde tanta energía calorífica y son mucho más seguras y además no contienen tungsteno, como las bombillas convencionales, ni mercurio como las fluorescentes, por lo que no contienen sustancias dañinas para los humanos. Y por si todo eso fuera poco, son reciclables.
Otra forma de hacer nuestra casa más eficiente es instalar ventanas de doble cristal. De este modo nuestra casa se mantendrá calentita más fácilmente y no tendremos que tener la calefacción a la misma potencia, lo que supondrá un menor uso de energía. Esto no sólo aísla la casa térmicamente sino que también acústicamente. El gasto inicial que hay que hacer para instalar este tipo de ventana puede ser grande, pero es algo que una vez instalado durará mucho tiempo, ya que no hay que olvidar que todas estas propuestas no solo ayudan a al planeta sino que también a nuestro bolsillo, porque menos consumo también significa menores facturas.
Estos pequeños gestos supondrán una gran diferencia, pero para la gente que no se conforma con esto, aquí hay algunas propuestas para los que quieran ir más allá.
Podemos aprovecharnos de la energía proveniente del sol y instalar paneles solares en tu casa que abastecerán todas tus necesidades. Esto no sólo es ecológico sino que además te libra de facturas de luz, lo que te da cierta independencia para gastar lo que quieras, o lo que puedas generar. Para aquellos que no consideran esto una opción viable, ya que pueden ser algo caros, existen las lámparas solares. Estas se autoabastecen ya que poseen una pequeña placa solar que produce energía. Suelen colocarse en los jardines aunque también hay lámparas solares de interior.
Un calentador convencional (que es un equipo que utiliza el calor del sol para calentar alguna sustancia, por ejemplo agua) puede ser caro, pero siguiendo unos sencillos pasos podemos construir un calentador casero utilizando materiales reciclados.
Y por último, la propuesta más verde, los techos verdes. Se trata de techos que tienen una capa de tierra, lo que hace posible que plantas crezcan en él. Como ya sabemos las plantas ayudan a mantener los niveles de CO2 bajos y favorecen a que el ambiente se sienta más limpio y fresco. Los techos son un lugar perfecto donde colocarlas ya que están bajo los rayos del Sol durante el día y esto es justo lo que las plantas necesitan y lo que nuestros techos no porque con el tiempo la exposición de estos a tanta luz los daña. De esta manera reduciremos su mantenimiento. Y si ya quieres ser la envidia de tus vecinos, extiende esta idea a tus paredes y tendrás la casa más ecológica del vecindario. Está idea es algo más difícil de llevar a cabo pero con paciencia podremos ayudar al medio ambiente, además de vivir en un lugar bonito y limpio.
Hay muchas más formas de ahorrar y proteger el medio ambiente asique si éstas no te han convencido busca otras que si te valgan, porque proteger el planeta es fácil y en muchos casos hasta rentable.
Como introducción pondremos este vídeo de como definirían las personas el concepto de sostenibilidad :
Definición:
Se define cómo los sistemas biológicos que se mantienen diversos y productivos con el transcurso del tiempo y al equilibrio de una especie con los recursos de su entorno. Por extensión se aplica a la explotación de un recurso por debajo del límite de renovación del mismo.
Introducción:
Los ecosistemas son los principales organismos que nos aportan beneficios a la especie humana,ya que sin ecosistemas no podríamos vivir todos los organismos , plantas , animales y personas que viven en la Tierra.Los servicios que los ecosistemas nos aportan son de gran importancia ya que los humanos dependemos de los beneficios y servicios que nos ofrece la naturaleza.Los servicios que nos aportan son los siguientes : nos aportan provisiones como son el agua y los alimentos, energía , tanto solar como eólica y muchas mas ,materiales como la madera el carbón ..etc y por ultimo servicios que regulan el clima,las inundaciones ,las enfermedades...etc.
Como promoverlo
Para promover la sostenibilidad cada uno de nosotros solo debemos hacer una serie de cosas y comprometernos a llevarlas a cabo ya que no nos cuesta apenas nada.Ademas con la de información que podemos encontrar actualmente en los periódicos,en la televisión y en Internet no tenemos excusas de decir que estamos mal informados.El primer apartado para llevar una vida sostenible es reducir el consumo de agua ya sea mediante dispositivos de ahorro o sustituyendo los baños por duchas,Reducir el consumo de luz con bombillas de bajo consumo y apagando las luces cuando sales de un habitación Reducir el consumo de energías como la calefacción a través de aislantes,ventanas dobles o abrigándose un poco mas,Reducir las emisiones de los transportes utilizando el transporte publico y reducir el consumo de productos contaminantes como el papel.Con todas estas acciones y muchas mas conseguiríamos llevar una vida sostenible y ayudar al planeta.
Ventajas y Desventajas
La mayor ventaja del desarrollo sostenible es que estamos asegurándonos de que nuestros hijos, y nosotros ahora, tenemos recursos suficientes. Estamos prolongando la vida de nuestro planeta.
Pero como todo, tiene algunos puntos en contra. Debido al modelo de consumismo actual, que busca extraer el máximo provecho en el menor tiempo posible, sin importar el daño que haga a el medio ambiente o a las personas, este modelo de desarrollo va a suponer ralentizar el ritmo de consumo que tenemos.
Para ralentizar este ritmo de consumo, y hacerlo conlleva consumir menos de lo que la Naturaleza puede regenerar. Eso es una desventaja para las empresas que se lucran con la explotación de recursos naturales.
Por ejemplo, el agua embotellada. El agua se extrae de un acuífero, que no es infinito: si se extrae demasiada agua muy rápido, el depósito se seca. Se va recuperando con agua de lluvias y de otras fuentes subterráneas, pero lo hace lentamente. Por lo tanto, debemos respetar esa velocidad de recarga, para no vaciar la fuente... porque si no en unos años nos quedaremos sin agua en ese lugar.
Conclusión
La conclusión unánime a la que hemos llegado es que, por mucho que las grandes empresas y, probablemente, nuestra economía lo noten en el momento, es mucho más importante que nos aseguremos de que nuestro planeta siga existiendo, no sólo ahora, sino siempre. Paguemos el precio que haya que pagar, ya que es una inversión que a la larga, será mucho más beneficiosa.
Se denomina batería,
pila o acumulador a los generadores de electricidad basados en
procesos químicos que se utilizan en dispositivos o mecanismos que requieren autonomía de la red eléctrica.
El principio de
funcionamiento está basado esencialmente en un proceso reversible
llamado reducción-oxidación (también conocida como redox), un
proceso en el cual uno de los componentes se oxida (pierde
electrones) y el otro se reduce (gana electrones); es decir, un
proceso cuyos componentes no resultan consumidos ni se pierden, sino que meramente cambian su estado de oxidación y,
que a su vez, pueden retornar a su estado original en las
circunstancias adecuadas. Estas circunstancias son, en el caso de los
acumuladores, el cierre del circuito externo, d urante el proceso de
descarga, y la aplicación de una corriente, igualmente externa,
durante la carga.
Las pilas se componen, en
general, de celdas electrolíticas que contiene dos placas de metales
distintos (cátodo y ánodo) separadas entre sí por una solución
iónica (medio conductor de electrones entre ambas placas).
Estas celdas se
encuentran en un recipiente metálico o plástico. Para separar los
elementos activos contienen papel o cartón, además presentan plomo
o cadmio para mejorar la construcción, o mercurio para limitar la
corrosión. La función del mercurio en las pilas es la de almacenar
las impurezas contenidas en las materias primas, que generan gases, y
que pueden perjudicar el funcionamiento y la seguridad de la pila.
Pero el mercurio, plomo y
el cadmio no son los únicos elementos tóxicos para el medio
ambiente en las pilas y baterías. Dependiendo del tipo de pila, ésta
puede además contener zinc, manganeso y níquel.
El gran desafío de la
sociedad moderna es cómo aprovechar esta magnífica fuente de
energía disminuyendo el impacto ambiental que producen su
fabricación y su eliminación una vez que se ha terminado su vida
útil.
Historia de
las pilas
En el año 1936, unos
arqueólogos descubrieron en Bagdad un conjunto de vasijas de
terracota que contenían un rollo de lámina de cobre que albergaba
una varilla de hierro y se cree que entre ambos se pudo haber
colocado jugo de limón o vinagre como electrolito. Réplicas
modernas de este artefacto han producido electricidad, por lo cual se
especula que los originales podrían haberse utilizado para
galvanoplastia (recubrir metales por medio de electricidad) o como
fuente de experiencia religiosa.
Aunque esto sea cierto,
ya que su uso y desarrollo no tuvo continuidad en el tiempo, no
podemos considerarlo como el verdadero origen de los generadores
químicos actuales.
El mismo lo podemos
situar a fines del siglo XVIII.
En 1780, Luigi Galvani
estaba diseccionando una rana, sujeta con un gancho de metal. Cuando
tocó la pata de la rana con su bisturí de hierro, la pierna se
encogió como si el animal aún estuviese vivo. Galvani creía que la
energía que había impulsado la contracción muscular observada
venía de la misma pierna, y la llamó "electricidad animal".
Sin embargo, Alessandro
Volta, un amigo y colega científico, no estaba de acuerdo, creyendo
que este fenómeno estaba causado realmente por la unión o contacto
entre dos metales diferentes que estaban unidos por una conexión
húmeda. El propio Volta verificó
experimentalmente esta hipótesis, y la publicó en 1791. Fue
perfeccionada hasta que, en 1800, Volta
inventó la primera batería o generador electroquímico capaz de
producir una corriente eléctrica mantenida en el tiempo, y por ello
fue conocida como pila voltaica.
En el año 1836, un
químico británico llamado John Frederic Daniell inventó la pila
Daniell, que consistía en una vasija de cobre llena de una
disolución de sulfato de cobre, en el que se sumerge un recipiente
de barro sin esmaltar lleno de ácido sulfúrico y un electrodo de
zinc.
A partir de allí la
tecnología evoluciona y se van creando:
1844 - William
Robert Grove inventa la pila de Grove, una modificación de la pila
Daniell
1859 - La pila de
plomo-ácido, la primera batería recargable
1860 - La celda de
gravedad, se utilizó hasta la década de 1950
1866 - La pila
Leclanché, se utilizó para alimentar los primeros teléfonos
1887 - La pila de
zinc-carbono, la primera celda seca
1899 - La batería
de níquel-cadmio
1903 - La batería
de níquel-hierro
1955 - La batería
alcalina común
Pila de mercurio,
se utiliza en audífonos, células fotoeléctricas y relojes de
pulsera eléctricos
Pila de óxido de
plata, parecida a la de mercurio, suministra 1,5 voltios
1970 - La pila de
níquel e hidrógeno, se usa para satélites de comunicaciones
comerciales
1980 (finales) - El
acumulador de níquel metal hidruro
Años 1970 - Pila
de litio, se emplean para pequeños dispositivos
Años 1990 -
Acumulador de ion litio
Usos
Desde sus orígenes a
finales del siglo XVIII hasta la actualidad, su desarrollo ha sido
constante.
Los factores críticos
que han marcado su evolución son:
Disminución de
tamaño
Aumento de capacidad
Capacidad de recarga
Disminución de
precio de fabricación
Disminución de
toxicidad
En la actualidad se
utilizan en infinidad de aplicaciones:
Medicina:
marcapasos, audífonos, Holters (registro de actividad cardíaca),
etc.
Trabajo y
entretenimiento: linternas, relojes, cámaras fotográficas, equipos
de música personal, teléfonos móviles, ordenadores personales,
tablets, etc.
Vehículos de todo
tipo, ya sea como sistemas de arranque e iluminación como de
tracción
Satélites de
comunicaciones.
Estaciones remotas
de medición (petróleo, meteorología, etc.)
Almacenamiento de
energía en sistemas renovables (celdas electro voltaicas solares,
eólicas, generación solar térmica) cuando los sistemas no están
activos (no hay viento o no hay luz solar suficiente).
Sistemas de
emergencia.
Etc.
Ventajas y
desventajas
Las principales ventajas
que tienen las baterías es que permiten alimentar con energía
eléctrica prácticamente cualquier dispositivo y al mismo tiempo
almacenan la energía cuando la red eléctrica no está disponible.
Las principales
desventajas que tienen son su falta de eficiencia, lo costoso de su
fabricación y sobre todo, la contaminación ambiental:
Fabricar una pila
consume 50 veces más energía de la que ésta produce y se calcula
que la corriente generada por cada pila es 450 veces más cara que
la generada por la red eléctrica
Alrededor del 30% de
los materiales contenidos en pilas y baterías son tóxicos; si se
trata de pilas de óxido de mercurio su contenido tóxico es de 50%.
Las pilas de
carbón-zinc (Heavy Duty) duran poco y
son de baja toxicidad; las alcalinas (dióxido de manganeso y zinc)
duran más y son de toxicidad media. Estas dos clases de pilas son
las más comunes, se utilizan en juguetes, radios, cámaras, etc.
Las pilas de botón de mercurio y son altamente tóxicas, se
utilizan en calculadoras, relojes, aparatos de sordera; las de litio
son altamente tóxicas, utilizadas en equipos de comunicación,
computadoras, celulares, entre otros. Otras pilas de botón son de
zinc-aire y óxido de plata. Existen también baterías de
níquel-cadmio, níquel-metal hidruro, etc.
Se calcula que:
Una pila de mercurio puede contaminar 600 mil litros de agua
Una de zinc-aire, 12 mil litros
Una de óxido de plata, 14 mil litros
Una alcalina, 167 mil litros de agua
Una de carbón-zinc 3 mil litros
Para contaminar 6.5 millones de litros de agua se necesitarían sólo 11 pilas de botón de óxido de mercurio o 40 alcalinas
Cómo se
produce la contaminación
El problema para la salud
en los seres humanos y animales que vivimos en este planeta es que el
inadecuado tratamiento de las baterías cuando termina su vida útil
(incluirlas dentro de los residuos domésticos o en el caso de
equipos industriales no procesar su destrucción en forma adecuada),
es que sus componentes tóxicos se filtran en la atmósfera, en la
tierra, en las capas subterráneas de agua, en los ríos y mares y
finalmente, son absorbidos por los seres humanos causando daños a
corto, mediano y largo plazo.
Las pilas son arrojadas
con el resto de la basura domiciliaria, siendo vertidas en basureros,
ya sean a cielo abierto o a rellenos sanitarios y en otros casos a
terrenos baldíos, acequias, caminos vecinales, causes de agua, etc.
Para imaginar la magnitud de la contaminación de estas pilas, basta
con saber que son las causantes del 93% del Mercurio en la basura
domestica, así como del 47% del Zinc, del 48% del Cadmio, del 22%
del Níquel, etc.
Estas pilas sufren la
corrosión de sus carcasas afectadas internamente por sus componentes
y externamente por la acción climática y por el proceso de
fermentación de la basura, especialmente la materia orgánica, que
al elevar su temperatura hasta los 70º C, actúa como un reactor de
la contaminación.
Cuando se produce el
derrame de los electrolitos internos de las pilas, arrastra los
metales pesados. Estos metales fluyen por el suelo contaminando toda
forma de vida (asimilación vegetal y animal).
El mecanismo de movilidad
a través del suelo, se ve favorecido al estar los metales en su
forma oxidada, estos los hace mucho más rápido en terrenos salinos
o con PH muy ácido.
Como primer extra, podéis ver este vídeo y descubrir el recorrido de una batería desde su desecho, hasta su destino final dos meses más tarde.
El mercurio es un posible
cancerígeno y es bioacumulable.
Una alta exposición puede dañar el cerebro, los riñones y a un
feto, provocando retraso mental, en el
andar o el habla, falta de coordinación, ceguera y convulsiones. El
mercurio que se emite en los basureros contamina el agua y la tierra,
con lo que puede llegar a la comida pues se acumula en los tejidos de
peces.
El plomo puede dañar el
sistema nervioso, los riñones y el sistema reproductivo y no se
degrada. Cuando se libera al aire puede ser transportado largas
distancias antes de sedimentar. Se adhiere a partículas en el suelo
y puede pasar a aguas subterráneas.
El litio es un
neurotóxico
y tóxico para el riñón. La intoxicación por litio produce fallas
respiratorias, depresión
del miocardio, edema
pulmonar y estupor
profundo. Daña al sistema nervioso, llegando a estado de coma
e incluso la muerte. El litio puede irse
fácilmente al agua subterránea.
El cadmio es una
sustancia cancerígena que si se respira a altos niveles produce
graves lesiones en los pulmones e ingerirlo produce daños a los
riñones. En dosis altas puede producir la muerte. Ingerir alimentos
o tomar agua con cadmio irrita el estómago e induce vómitos y
diarrea. El cadmio entra al aire y al agua de fuentes como vertederos
y derrames de desechos domésticos y se puede viajar largas
distancias.
El níquel tiene efectos
sobre la piel. Respirar altas cantidades produce bronquitis crónica
y cáncer del pulmón y de los senos nasales. Se libera a la
atmósfera por incineradores de basura. En el aire, se adhiere a
partículas de polvo que se depositan en el suelo.
El mercurio llega al
agua, el cual es ingerido por los peces, y llega a nosotros, siendo
perjudicial para la salud.
Vías para minimizar
el impacto ambiental del uso de pilas
Si
bien la tecnología avanza a pasos agigantados y hay estudios
de baterías mucho más potentes y diminutas, así como de células
vivas, hasta que se encuentren modelos comerciales de las mismas y su
uso se extienda pasará mucho tiempo; por lo tanto, el tratamiento
de las baterías con las tecnologías actuales es fundamental para no
seguir contaminando el planeta.
En esta tarea tienen
responsabilidad 5 actores:
Las organizaciones transnacionales (Unión Europea,
Naciones Unidas...)
Los estados
Las empresas
El entorno social
Las personas
individualmente
Cada actor debe asumir su
propia responsabilidad, la inactividad de unos no quita en absoluto
la responsabilidad de los otros.
A continuación trataré las responsabilidades de cada uno:
Las
organizaciones transnacionales (Unión Europea, Naciones Unidas...)
Aproximadamente desde
finales de la década de los 60, la contaminación y el deterioro
medioambiental comenzó a ser considerada como un problema político
en varios países industrializados. Como consecuencia de la toma de
conciencia y de la preocupación que se fue generando muchos países
fueron introduciendo una legislación medioambiental y sobre la
década de los 80 se crearon agencias de protección medioambiental
en distintos países así como en organizaciones internacionales como
la ONU.
Como ejemplo concreto
sobre contaminación de aguas, podemos mencionar que el 12 de
diciembre de 2006 el Parlamento Europeo establece la Directiva
2006/118/CE relativa a la protección de las aguas
subterráneas contra la contaminación y el deterioro.
Los estados
Es responsabilidad de
cada instancia del estado: gobierno central, comunidades autónomas y
municipios, establecer las leyes (también las emanadas de las
directivas internacionales). En especial España debe implementar las
leyes de acuerdo a la Comunidad Europea y hacerlas cumplir en cada
ámbito de su actuación.
Como ciudadanos, debemos
exigirles que:
eviten el vertido de pilas y baterías en basureros municipales -regular y controlar la importación asegurando que sólo se importen las que cumplen con las normativas, en especial sobre contenidos máximos de mercurio -aplicar
planes de manejo especial para pilas y baterías y desarrollar una
normatividad específica para estos materiales
brindar apoyo a
estados y municipios para que recolecten las pilas y baterías a fin
de que no lleguen a basureros y rellenos sanitarios
que se atiendan
dentro de estos planes a comunidades rurales que no tienen luz
eléctrica, pues en ellas existe un alto uso de pilas y baterías,
para evitar que al final de su vida útil se quemen o tiren
promover que
fabricantes, importadores y distribuidores de pilas se hagan cargo
del acopio y reciclaje de estos productos al final de su vida útil
promover que los
fabricantes de pilas no utilicen compuestos tóxicos en las pilas y
baterías
Las empresas
Tanto en su rol de
fabricantes, como importadores, distribuidores o comercializadores es
responsabilidad de las empresas:
asegurarse que los
productos que gestionan cumplan las normativas vigentes
fomentar el
desarrollo, fabricación y comercialización de productos no
contaminantes
colaborar en la
recolección y correcto tratamiento de estos elementos
El entorno
social
Cada uno de nosotros
tiene la oportunidad de influir en su entorno, haciendo tomar
conciencia a su entorno cercano los peligros que conllevan el uso y
mala gestión de los desechos de las pilas (y por supuesto, de otros
elementos tóxicos).
Nos referimos a
familiares, amigos, vecinos, lugares de estudio, trabajo y diversión,
donde podemos influir para difundir dentro de la sociedad la
importancia de una gestión responsable de desechos.
Responsabilidad
individual
Cada uno de nosotros
debemos cambiar nuestros hábitos para consumir de manera
ambientalmente responsable:
No incinerar ni
permitir la incineración de baterías, la liberación de gases
tóxicos que van a la atmósfera es un gran peligro.
No tirar las
baterías junto a la basura común, por desagües, fregaderos, a la
calle, en el campo al río o mar.
Nunca enterrarlas.
Exigir depósitos
adecuados para deshacernos de las baterías cuando ya no las usemos
Averiguar el destino
final de las campañas de recolección de pilas en comercios u otros
sitios
Optar por las pilas
recargables, pues pueden sustituir 300 desechables.
Usar y promover
productos que funcionen con cuerda y energía solar.
Elegir los productos
que se puedan conectar a la red eléctrica; además de no
contaminar, es más eficiente desde el punto de vista energético.
La mitad de las
pilas utilizadas son para actividades de esparcimiento (música,
juegos, cámaras); disminuir dicho consumo cuando sea posible
No compre pilas de origen dudosos, suelen ser ilegales, duran menos y son más tóxicas.
Como ejemplo de responsabilidad individual, así lo hacemos en mi casa:
Una vez llenada la botella, tiramos las pilas a un río... Ejem, digo a un punto limpio ;) Como extra, una pila deteriorada
Conclusión
El uso de las baterías
permite utilizar la energía eléctrica en prácticamente todos los
dispositivos que nos rodean, de tal forma que su uso es omnipresente;
sería muy difícil imaginar el mundo actual sin baterías.
Sin embargo, son caras, poco eficientes energéticamente hablando y son una fuente de contaminación demasiado importante como para ignorarla.
Los efectos que producen
sobre nuestra salud hacen prioritario que, hasta que la tecnología
encuentre sustitutos no contaminantes,
sea responsabilidad de los distintos estratos de la sociedad y sobre
todo de cada uno de nosotros, actuar para minimizar y, si fuera
posible, eliminar sus efectos nocivos.
Nos lo debemos a nosotros mismo y se lo debemos a las generaciones futuras que habitarán nuestro planeta.
En este artículo se habla de la utilización de los seres vivos como recurso, y se profundiza en los animales marinos, los animales de los que provienen productos cárnicos y los vegetales. Las acciones humanas se están cargando todos y cada uno de sus ecosistemas, y esto nos deparará graves consecuencias en un futuro no tan lejano como creemos.
La sobrepesca se lleva a cabo en los océanos y es básicamente la captura de fauna silvestre que habita en éstos en cantidades elevadas, tan elevadas que no permite que las especies puedan restablecerse en un futuro.
Esto comenzó a comienzos del siglo XIX, cuando era necesaria grasa para fabricar el aceite que se empleaba en las lámparas de la época. Esta grasa fue obtenida de las ballenas, que fueron capturadas masivamente. Otros peces, como el bacalao, el arenque del Atlántico o las sardinas de California, que actualmente nos sirven de alimento, estuvieron al límite de la extinción a mediados del siglo XX debido a su sobrepesca.
Los científicos marinos saben en qué época comenzó esta práctica y tienen una idea aproximada de cuándo acabará; la sobrepesca tiene su origen a mediados del siglo XX, cuando las iniciativas internacionales eran crear acceso a los alimentos ricos en proteínas y para ello se recurrió al aumento de la pesca. Las grandes flotas que hacían estas prácticas estaban dirigidas por empresas cuyo objetivo era lucrarse al máximo y, por lo tanto, utilizaban técnicas muy agresivas. Al poco tiempo el consumidor tenía una amplia variedad de especies marinas a su disposición. En 1989 la industria tuvo su auge y desde entonces sus rendimientos se han estancado o incluso han descendido.
Las flotas se adentran cada vez más en el océano para obtener especies de zonas más profundas, procedimiento llamado “pesca esquilmadora”, que está perturbando la cadena alimentaria marina. La revista Science predijo que, a no ser que se tomen medidas, la pesca mundial de todas las especies se desplomaría para el año 2048.
Esta foto es motivo de la creciente demanda mundial de salmón de Japón, especie cuya existencia peligra.
El consumo de carne, definitivamente, no es un consumo responsable. Y este consumo irresponsable acarrea no sólo problemas ecológicos, sino también de salud y económicos. Principalmente está el maltrato a los animales, pero dejemos esto aparte ya que es un tema bastante polémico. La FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) afirma que la alimentación animal constituye el 95% de la producción mundial de soja y el 44% de la de cereales. Por otro lado, el Departamento de Agricultura de los EEUU declara que la mitad de la pesca mundial se utiliza para piensos. ¿Es realmente rentable todo esto? No, ya que la producción animal consume 25 veces más recursos energéticos y naturales que los necesarios para producir la misma cantidad de proteína vegetal. Una cosecha de una hectárea destinada a alimentar animales darían lugar a alimentar a 3 o 4 personas con la carne obtenida de dichos animales. Esta misma cosecha alimentaría a unas 70 personas a base de proteína vegetal.
No solo implica una sobreexplotación de recursos como el suelo, también el agua se ve perjudicada; por un lado para obtener un kilo de carne se necesitan 20000 litros de agua, y por otro, toneladas de residuos procedentes de la industria cárnica son vertidas cada segundo en los ríos, contaminando sus aguas y produciendo gases tóxicos.
Como no se puede pretender que el mundo entero deje de consumir carne de forma radical, algunos han optado por la carne ecológica; ésta garantiza una buena cría de los terneros, alimentados por materias primas de producción ecológica. El inconveniente ahora es que la producción de carne ecológica requiere más recursos naturales, y por lo tanto más gasto. Esto nos da a entender que no es la solución. Mi conclusión, como bien dice un redactor de la Asociación Animalista es que “aspirar a que toda la población mundial pueda acceder a comer carne es difícil. Pretender que sea ecológica, impensable”.
Tras haber hablado de los seres vivos animales, tanto marinos como terrestres, quedan otros seres vivos que también sufren las consecuencias de las acciones humanas: los vegetales. La organización mundial de la naturaleza WWF/Adena ha hecho público un informe bastante preocupante y lamentable. En él se que demuestra que la superficie forestal disminuye de forma cada vez más insostenible, para hacernos una idea, el equivalente a 40.000 campos de fútbol al día de superficie forestal.
Hace 8000 años, los ecosistemas forestales ocupaban el doble de espacio que actualmente, cuya extensión es de 3866 millones de hectáreas. Los principales responsables de esta pérdida forestal son las talas ilegales o la transformación de bosques para cultivos intensivos de soja y aceite de palma. También juegan un importante papel los incendios forestales, tanto los accidentales como los provocados por los humanos.
En el caso de España, el fuego arrasa cada verano una superficie media de 150000 hectáreas, y apenas queda el 20% de las masas forestales originales. Mientras tanto, otro 20% del territorio nacional sufre riesgos extremos o altos de erosión.