25 de marzo de 2009

Pequeñas marionetas (de María Carrión y Marta Jordana)

 

A la sociedad actual se la podría catalogar de inocente… lo más gracioso de todo es que a medida que vamos evolucionamos más listos nos creemos y más nos toman el pelo. ¿Quién se cree que en Australia el agua del grifo va en sentido contrario de las agujas del reloj, que si los chinos saltaran cambiarían la órbita de la Tierra, que los seres humanos solo usan un 10% del cerebro, que en el espacio no hay gravedad o que un rayo nunca cae dos veces en el mismo sitio? Pues la verdad es que todo el mundo y… ¿cuáles de ellos son verdad? NINGUNO. Parece mentira que hayamos estudiado una carrera universitaria y sigamos pensando que las gallinas puedan vivir sin cabeza, ¿acaso tu puedes?. Pero bueno ¿Cómo podríamos vivir nosotros sin esos anuncios de cremas maravillosas anti-celulíticas que con un nuevo producto, que a saber de donde diablos  se lo ha sacado, actúa como máquina del tiempo y hace que tengamos 10 años menos? Y como sabemos que son mentira los compramos. La verdad es que si… somos inocentes. Por eso hay que saber lo que compramos y si realmente sirve para algo porque como vulgarmente se dice “no está el horno para bollos”.

 

La finalidad de la publicidad es conseguir vender más y muchas veces pintan ciertos productos para venderlos, pero el problema es el modo en el que los pintan porque nos engañan y nos estafan. Por ello hay que tener cuidado con la publicidad engañosa, aquella que, de cualquier forma puede inducir a error o la que silencia datos fundamentales a sus destinatarios.

Ahora ¿Somos conscientes de todo lo que vemos y oímos? ¿Puede influir en la voluntad de las personas a través de mensajes subliminales?

Según se cuenta, en los años cincuenta un publicista de Nueva Jersey llamado James Vicary decidió comprobarlo. El famoso experimento consistió en insertar entre los fotogramas de la película Picnic mensajes de “beba Coca-Cola” y “coma palomitas” en flashes de menos de una milésima de segundo de duración. Según afirmó el propio Vicary, las ventas de palomitas aumentaron en un 58% y las de Coca-Cola en un 18%.

¿Podríamos decir que esto es un tipo de pseudociencia? ¿y si solo hubiera sido una mera coincidencia?

Podemos catalogar este ejemplo de mensaje subliminal como pseudociencia ya que sin bases científicas nos intentan demostrar algo, solo se basa en una estadística que podría haberse cumplido de todas formas.

Ahora pensemos... insertaren fotogramas en una película para vender palomitas no es lo que se dice demasiado grave pero ¿Podemos imaginarnos lo que esto significaría en, por ejemplo, en época de elecciones? Los de arriba pueden controlarnos, la pregunta es... ¿lo hacen? ¿de verdad somos sus pequeñas marionetas? 

 

En esto consiste la publicidad, convencernos de que necesitamos algo y en muchas ocasiones estas necesidades son irreales pero ellos siempre nos convencen, es decir que en cierto modo si que controlan nuestra mente y somos pequeñas marionetas (aunque la gente debería ser un poco más legal y no controlarnos, pero lo hacen) y muchas veces para persuadirnos utilizan vocabulario científico, por ejemplo para justificar porque su crema que reduce las arrugas funciona de verdad no como las otras, utilizarían palabras como colágeno en cápsulas o serum regenerador para convencernos de que es más eficiente. De esta manera se aprovechan de la ignorancia de la gente, que claro que pueden tener carreras universitarias pero a lo mejor piensan (influidas también por un bonito anuncio publicitario con una mujer muy joven) que ese componente es la solución, sin ni siquiera haber oído hablar de él en sus vidas.

 

La publicidad desde siempre, ha influido en nuestras mentes, al principio con simples carteles propagandistas, y luego con la aparición de la radio y de la televisión todavía más. Pero es en este momento, cuando la ciencia es un valor muy importante en nuestra sociedad que en muchos casos es incuestionable (aunque no todo el mundo sabe que hay muchas teorías y leyes científicas que no son del todo fiables), es cuando los publicistas están utilizándola para conseguir dinero. Esto se debe a lo que he dicho antes, que hoy en día hay mucha gente, los más ignorantes, que no cuestionan la ciencia, que se creen que porque algo sea "científico", es decir que venga adornado con términos de la ciencia y con la frase "científicamente probado" tiene que ser verdadero y bueno. 

 

Esto de no cuestionar jamás a la ciencia también nos lleva a creernos ciertos mitos científicos como puede ser que el agua cae en sentido contrario en el hemisferio sur o que al tirar una moneda desde un edificio muy alto puedes matar a alguien, aunque en mi opinión esto son simplemente habladurías y creencias de la gente pero que no creo que estén verdaderamente convencidos y además es simplemente por una clara falta de conocimiento científico, por ejemplo cualquier persona que haya estudiado un poco de física sabrá que una moneda no mataría ha nadie porque existe el rozamiento. Estos mitos no hacen daño a nadie, pero sin embargo la publicidad engañosa si, porque pierdes dinero y los mentiros se están lucrando con ello. Otro ejemplo en el que el mal uso de la ciencia lucra a la gente es en los fraudes científicos ya que en esos casos, se inventan algo científico para ganar dinero o fama como cuando un grupo de científicos crearon ellos mismos un cráneo de un supuesto homínido (el hombre de Piltdown) sólo para conseguir dinero. No todos estos fraudes son con ánimo de lucro, lo que sí tienen todos en común es que científicos demuestran sus teorías por medio de mentiras y trampas para conseguir ser reconocidos.

  Reconstrucción artística del cráneo del hombre de Piltdown, con una base de huesos craneanos humanos y parte de una mandíbula de mono (las partes más oscuras). Un fraude científico sobre la evolución humana

Un caso de fraude científico es el de Paul Krammerer que quería demostrar que las habilidades que los animales adquieren son heredadas por sus descendientes, y como no lo consiguió, insertó tinta china en las patas de los sapos (animales con los que experimentaba), de esta forma demostró su teoría pero por medio de engaños, afortunadamente, fue descubierto.

 

En el siguiente artículo del país, tratan algunos fraudes científicos (incluido el de Krammerer):http://www.elpais.com/articulo/portada/Fraudes/cientificos/elpepusoceps/20080106elpepspor_8/Tes

 

Desgraciadamente, como en todo, la ciencia también tiene cosas negativas como lo son estas, casos en los que o se burlan directamente de las personas en general (como en la publicidad y en los fraudes científicos) o se burlan de la comunidad científica y de los expertos inventando cosas o mintiendo sólo para ser reconocidos, que es el caso de los fraudes científicos. La manera de combatir los mitos y la publicidad es por medio de la educación científica, pero ¿como combatir a los científicos, que sabiendo mucho de la ciencia, pueden perfectamente mentir y engañar sin ser descubiertos?

 

Afortunadamente la mayoría de los científicos tienen otros objetivos y podemos seguir confiando en que ellos no nos engañarán, o eso creemos.

20 comentarios:

Unknown dijo...

- Muy bueno el título aunque la firma no se pone ahí.
- Muy interesante contenido y tiene momentos en que engancha. Sin embargo pierde fuerza en los ejemplos, si los conoces lo entiendes, sino te quedas a medias.
- Faltan vínculos a las fuentes.

beaa dijo...

Actualmente no podemos fiarnos de nadie, ni de estos supuestos “científicos” que dicen tener la solución a la vejez y el remedio a la caspa… Y esto sinceramente me preocupa, porque ya no solo se trata de haber estudiado una carrera o no, se trata de que el sentido común ya no basta para distinguir la verdad de una patraña, porque ¿como vamos a poner en entre dicho las palabras de un científico, o mas aun, de un científico que sale en televisión? Creo que el principal problema no es la ignorancia, sino el asumir que la gente es honrada. Porque no cabe en la cabeza de nadie que la televisión se dedique a mentir, pero es así, hoy en día vivimos en un mundo regido por el dinero y la fama, y deberíamos empezar a asumir esto o sino, acabaremos con 15 champús diferentes en nuestra ducha, ya que tal y como dice la televisión, todos tienen algo que lo diferencian del resto…


Me gusta mucho el articulo, porque decis las cosas tal y como estan sucediedo.

Beatriz

Barry dijo...

Personalmente uno de los mejores articulos aqui expuestos, y aunque se trata el tema de una forma algo "superficial" me parece una buena reflexión y opinión sobre todo lo que nos meten por los ojos con tal de hacernos consumir cosas que no necesitamos,y terminan haciendo que sean inprescindibles (como anecdota dire que hoy mismo en clase de dibujo ha habido un "debate" entre nosotros, los alumnos, sobre si el movil es necesario o no, y mi opinion es que es necesario cuando te lo venden para que lo sea, y tu lo "haces" necesario)tambien es verdad que aunque los anuncios nos esten intentando engañar, como se cita en el articulo, nosotros nos dejamos engañar, por lo que creo que todos deberiamos de hacer un "examen de conciencia" sobre este asunto

mireia dijo...

Después de acabar de leerme los artículos, me voy a convertir en una experta de fraudes y mitos científicos, pero me gusta porque todos son muy curiosos, pero lo más curioso de todo es que además todos los que no tenemos muchos conocimientos científicos, como vosotras bien habeis dicho, nos los creemos y en mi opinión creo que no podemos hacer nada para solucionar esto, ya que no puedes educar a todo el mundo.
Creo que en cuanto a los anuncios publicitarios, estos nos dicen exactamente lo que queremos oir y de ahí que compremos los productos. Que utilicen ese vocabulario complejo me recuerda al cantar de clerecía, en el que utilizan un vocabulario complejo y hacen referencia a las fuentes para parecer mas culto, que en el caso actual es aparentar ser mas científico, mejor.
" La moneda no mataria a nadie porque existe rozamiento"...la e sacado del artículo. El artículo está muy bien escrito y engancha, pero hay alguna parte, como la que he puesto arriba que alguien que no haya estado en clase de Ángel, no lo entendería.

atochacs dijo...

Me parece un interesantísimo articulo muy bien escrito. Por una parte me parece que teneis razón al decir que no podemos fiarnos de todo lo que nos dice pero tampoco me parece adecuado caer en lo contrario, no creer nada de lo que nos dicen. En mi opinión lo importante es consguir que la población haga uso de algunos conocimientos mínimos acerca del tema. Esta es otra de las razones por las que fue creada la asignatura de ciencias para el mundo contemporáneo, para formar a jóvenes con un criterio critico con el que defenderse de fraudes.
Por último estoy de acuerdo con lo que dicen victor y mireia de que hay cosas que dais por sabidas que deberias de una manera breve haber explicado.

Ana dijo...

Tras haber leído vuestro artículo, me repito convencida que la publicidad es, en su mayoría, un pequeño fraude lleno de medias verdades difíciles de distinguir. Lo es, no cabe duda, pero aún así nos es muy difícil reaccionar objetivamente ante determinados estímulos publicitarios porque, en definitiva, no nos preocupa, nos dejamos engatusar. Aunque tiene su lógica ya que, de otro modo nuestra existencia estaría sumida en una profunda preocupación por cada bien que adquirimos. Pongo un ejemplo: imaginemos que tenemos que comprar un detergente. Se nos vienen a la cabeza marcas a pares. Al final, tenemos que decidirnos por uno y dado que la labor del detergente es limpiar y todos lo hacen igual en mayor o menor medida, la publicidad es la que actúa como rasgo diferenciador, ese es el papel de la publicidad. Es lícito de alguna manera, ya que hablamos, en casi todos los casos, de competencia monopolística, lo cual induce a la necesidad de diferenciar el producto, pese a que muchos anuncios, desde mi punto de vista rozan prácticamente la ilegalidad. "Publicidad engañosa" se llama. Se escudan en la letra pequeña cuando el perjuicio ya está causado. Por ello, igual que con los hallazgos científicos que al final resultan ser fraudes, hay que ser algo escéptico y no creer a la primera de cambio lo que nos cuentan. Los descubrimientos e informaciones deben estar muy bien contrastados para confiar en que son ciertos. Finalmente, como bien ha apuntado ya alguien, pienso que, en ese sentido, la asignatura que nos ocupa, nos es muy útil para adquirir una conciencia crítica y hacer una selección cuidadosa de la información que debemos utilizar para formar nuestras propias opiniones. No sé si es el enfoque general de la asignatura en sí misma, o es una visión particular que se le ha querido dar en nuestro colegio. De cualquier forma, cada día me alegro más de que sea así.
Como veis, vuestro artículo me ha hecho reflexionar. Muy interesante y, pese a que muchos hayan mencionado que falta información a la hora de explicar algunos ejemplos, me han parecido muy específicos y atractivos los casos concretos que habeis mencionado.

Silvia dijo...

Tengo que admitir que me he reído mucho con este artículo, porque soy una de esas personas que se han creído alguna vez el ejemplo de los chinos, la moneda lanzada y la gallina sin cabeza. Esto me hace pensar que probablemente soy el blanco perfecto ara la publicidad engañosa (inquietante).
Me ha gustado mucho el título y la idea general del artículo, aparte de que el tema en general me parece muy interesante.
Pero lo mejor, sin duda, la imagen del principio. Me parece buenisima.

,,vero,, dijo...

Me parece muy original la manera en la que habeis planteado el articulo y la manera en la que esta redactado...aunque no estoy de acuerdo en algo..los mensajes subliminales se nos meten en el cerebro, por decirlo de algun modo, e¿so no se podria comprobar cientificamente?Por lo demás el articulo esta estupendo y tiene razon en todo lo que dice, pero en una sociedad capitalista lo que importa es la pulicidad y la marca de los productos.

Marta Álvarez. dijo...

Estoy muy de acuerdo con muchas de las cosas que contáis y que afirmáis. En primer lugar, me parece un titulo excelente. El primer párrafo introduce el tema muy bien. E incluso engancha. Los ejemplos me han gustado mucho y creo que ha sido gracias a ellos lo que ha hecho de este artículo un articulo muy ameno. Es difícil posicionarte en un bando a favor o en contra de la publicidad. En mi opinión y en su mayoría, me atrevería a decir que la publicidad es engañosa en su casi totalidad. En algunas ocasiones no te cuentan toda la verdad, y en otras, te la transforman de una manera hasta exagerada a veces. Pero como bien dice y repite varias veces vuestro artículo es muy sencillo engatusarnos. “Somos muy inocentes” (al menos en este aspecto).


Marta Alvarez.

Diego Castejón dijo...

Un artículo genial, sensacional, que te mantiene enganchado desde el principio hasta el final, de verdad, os habeis currado un principio sencillamente INMEJORABLE. el único problema que veo es que faltan las fuentes, pues es un poco contradictorio que digais que nos intentan engañar y luego no deis muestras de que no nos estais engañando...(jajajaja!!)
Hay una cosa en la que no coincido con vosotras: no creo que nos controlen, solamente nos engañan con cosas que no entendemos, pero no podeis comparar el comprarte unas palomitas y una coca-cola con votar a este o a ese, no tiene la misma importancia ni la misma implicación personal.
Muy buen trabajo!!
un saludo!

Alvaro Romero dijo...

Muy interesante el titulo que me atrajo a leer el articulo desde un primer momento, y concuerdo con mi compañera Bea, en que hoy en dia no te puedes fiar de nadie, ya que vivimos en una sociedad que nos confunde con lo que nos muestra y nos incita a consumir, sin analizar antes los pros y los contras del producto.

Veo que faltan vinculos, vinculando de donde as sacado la informacion expuesta.

Un saludo

Ana Rivero dijo...

El hecho de que este artículo haya tenido este título es lo que me ha incitado a leerlo, no sabía a que tipo de engaño os referías y eso da cierta curiosidad que hace que te enganche desde que empiezas a leerlo. El principio es perfecto, conseguís que al finalizar el párrafo te sientas una de esas marionetas de las que citáis en alguna ocasión en el texto, y te haga recapacitar sobre la repercusión tan importante que tiene la publicidad sobre las personas. Esa pregunta es la precisa al leer el ejemplo que dabais referido al publicista de Nueva Jersey que realizó el experimento que consistía en insertar entre los fotogramas de la película Picnic mensajes de “beba Coca-Cola” y “coma palomitas” para aumentar su consumo, es decir, ¿de que forma nos influye la publicidad sin ser consciente de ello? Es escalofriante el hecho de que puedan hacer cambiar tus actos sin que puedas poner en pleno uso tus sentidos y facultades, que llegue un punto en el que controlen nuestro subconsciente.


Ana Rivero

David Izquierdo dijo...

Es un artículo que posee un título que te engancha a leerlo ( así como la primera foto), al igual que un primer parrafo que te relata muy bien la realidad que estamos viviendo.

Habéis conseguido plasmar muy bien que la publicidad rige nuestras vidas, al igual que al punto que son capaces de llegar tanto empresas como publicistas para que nos creamos que algo es la solución a nuestros problemas. Es muy serio llegar a pensar que somos algo parecido a "pequeñas marionetas" movidas por los que parten el bacalao.

Me ha gustado mucho como habéis expuesto que una parte de los científicos tienden a inventarse cosas con el simple fin de que su nombre suene, intentando aclarar en los últimos parrafos que ésto no es así, o que por lo menos eso creemos.

El trabajo tiene una perfecta estructura de artículo.

No obstante cabe destacar la falta de vínculos, que hubiese servido para reforzar vuesta información y que a veces nombraís fraudes, que son difíciles de comprender sin una explicación.

Serrano dijo...

Me parece cierto lo que decís, pero, esas "pequeñas mentiras" a veces no tan pequeñas no son mas que una simple estrategia publicitaria, lo cual deberiamos saber, y, por tanto, deberiamos de tomar como criterio valido nuestra propia experiencia o algun otro criterio mas valido que un simple anuncio para decidir que producto comprar.

Iñigo dijo...

Estoy de acuerdo con la mayoría de cosas que habeis dicho, aunque creo que al final ha quedado un poco en el aire la solución a los fraudes científicos. Además me teneis que disculpar pero estoy en total desacuerdo con el último parrafo:

"Afortunadamente la mayoría de los científicos tienen otros objetivos y podemos seguir confiando en que ellos no nos engañarán, o eso creemos."

No creo que debamos confiar en los científicos,sino que ellos se ganen nuestra confianza a base de explicaciones claras, completas y sencillas que realmente informen cuando alguien lo requiera necesario. La duda y la crítica son herramientas muy potentes que cualquier universitario tiene que haber aprendido a utilizar, pues son una de las bases de la enseánza, y que no se por qué caen en desuso.

Para terminar me gustaría añadir que creo que la solución a este tipo de fraudes publicitarios está en exigir a las altas autoridades una restricción más estricta de lo que se publica y que se tomen las medidas adecuadas para organizar la masiva información a la que estamos expuestos que por su puesto como se dice en el artículo es demasiado abundante y al mismo tiempo incompleta; lo que hace que sea arriesgada para las personas que somos manipuladas al antojo de los que controlan.

Me parece un tema muy interesante y digno de debate aunque creo que no se va a tener tiempo para ello.

Un saludo.

Iñigo.

Leticia dijo...

El articulo me ha parecido muy curioso, refleja la realidad tal y como es.
Parece mentira que haya tanta gente que se crea todas estas cosas. Nosotros tenemos que ser mas listos, estudiar y no creernos todo lo que nos dicen en los medios (especialmente en los anuncios de la tele)
Por suerte,(o eso creo yo), cada vez hay menos personas que se creen estas cosas.

Guille dijo...

Un artículo que me ha gustado mucho, y que me ha sido fácil de leer, este artículo engancha y eso le gusta a todo el mundo, me ha gustado que hayais puesto los típicos mito que todo el mundo sabe y que bastante gente, independientemente de los estudios que tengan, se lo creen.
Enorabuena!

Javier Cortés dijo...

Habéis escrito un artículo bastante bueno en mi opinión. Me ha gustado mucho como lo habéis escrito y el enfoque, dando vuestra opinión. La verdad es que debemos darnos cuenta de lo que está pasando y no podemos creernos todo lo que salga por la televisión ni en su publicidad. Porque la publicidad siempre da una información que tiene una cara B y que no te dicen o te lo dicen solo parcialmente y que no se destape del todo, simplemente para asegurarse que vas a comprar el producto si o si. Vuestro artículo me ha hecho pensar y reflexionar sobre todo esto de nuevo, llegando a la conclusión de que debemos ser más escépticos en este sentido. El artículo en sí está bastante completo, la imagen del comienzo es bastante buena y en general cumple con los requisitos. Un buen artículo.

marta dijo...

Un artículo muy bueno.
En mi opinión los publicistas lo que hacen es aplicar estrategias de competitividad, ellos tienen prohibido hacer comparaciones con otros productos o mentir sobre algo. A veces utilizan técnicas, como en el ejemplo de la coca cola y las palomitas. Es verdad sin embargo que las cremas que te quitan 1o años es completamente falso, pero no del todo, no quitan sino reducen la aparición y por lo tanto a lo largo de un tiempo si te ha podido llegar a quitar unos cuantos años. Mi compañera bea ha mencionado los champús anticaspa y creo que se equiboca también porque la mayoria de los productos estan testados dermatológicamente y por lo tanto no es falso.
a veces hay que ponerse tambien en el lado del productor ni del consumidor.

Marta Boix dijo...

Me ha parecido un articulo interesante, facil de leer pero alomejor con muchos ejemplos en mi opinion.
Esta claro que somos manipulados constantemente asi es nuestra sociedad que nos inculca querer cosas inecesarias. Ademas, como se ven en los ejemplos de lo anuncios, la ignorancia de la poblacion es muy grande respecto a las ciencias y de todas formas en mi opinion no te debes creer todo lo que te digan sin pruebas fiables aunque te lo digan con terminos cientificos.