¿Qué harán nuestros nietos o bisnietos cuando quieran desconectar de la ciudad y no tengan ese bosque que tan poco apreciamos?
¿Qué atracción tendrá en un futuro el desierto del Sahara si tendremos uno a las puertas de casa?
¿Qué será de la biodiversidad que habite allí?
… ¿Y que será de esos suelos que nos dan vida?
Aparte de un gran problema que afecta a gran parte de la tierra, es el proceso por el que un territorio que no posee las condiciones climáticas de los desiertos, principalmente una zona árida, semiárida o subhúmeda seca, termina adquiriendo las características de éstos.
Causas:
1. Humanas. Entre las acciones humanas que debilitan el suelo y aceleran la desertización están:
Sobrepastoreo. Es el intento de mantener excesivas cabezas de ganado en un territorio, con el resultado de que la vegetación es arrancada y pisada por los animales y no se puede reponer a tiempo. El suelo desnudo es muchos más fácilmente erosionado por el agua o el viento. Es la principal causa humana de desertización en el mundo.
Mal uso del suelo y del agua. El riego con agua con sales en lugares secos y cálidos termina salinizando el suelo y esto impide el crecimiento de la vegetación. Algunas técnicas de cultivo asimismo facilitan la erosión del suelo.
Tala de árboles y minería a cielo abierto. Cuando se quita la cubierta vegetal y no se repone la pérdida de suelo es mucha más fácil ya arrastrada por las lluvias o por el viento.
Compactación del suelo. El uso de maquinaria pesada o la acción del agua en suelos desnudados de vegetación producen un suelo endurecido y compacto que dificulta el crecimiento de las raíces de las plantas, la filtración del agua y la absorción de nutrientes. Esto favorece la desertización.
La quema de zonas boscosas. En muchas partes se deforestan grandes zonas para cultivos, muchas de las plantas que se cultivan no defienden el suelo de la erosión.
Madagascar: es el país más erosionado del mundo. El 93% del bosque tropical y el 66% de su selva lluviosa han sido talados.
África: en países muy poblados y con pocos recursos, como los de la franja subsahariana, se observa un incremento de las zonas desérticas. Naciones que durante siglos habían sostenido sociedades prósperas, se encuentran ahora en el límite de la subsistencia.
España: es el país de la Unión Europea con máximo índice de desertización. El cuál lo comentaremos más tarde.
Italia: es el país con menos desertización de la Unión Europea.
Desertificación en España
En España los principales problemas de erosión del suelo se localizan en zonas agrícolas marginales sobre materiales sueltos y altas pendientes, áreas donde los subsidios de la PAC han promovido la expansión de olivos y almendros. La otra fuente de problemas de erosión en sistemas agrarios deriva de la proliferación de invernaderos en las sierras costeras y áreas de elevada pendiente en Murcia y Almería. La construcción de estos invernaderos, que en ocasiones ocupan extensiones muy grandes en las faldas de las sierras costeras, requiere grandes movimientos de tierra, similares a veces a los requeridos por las canteras.
Pero en España, el proceso que realmente está causando mayor pérdida irreparable de suelo fértil, como recurso natural no renovable, no es la erosión sino la urbanización y ocupación de los valles fluviales de regadío tradicional y otros suelos de alto valor agrícola con edificaciones, carreteras y otras infraestructuras.
A continuación un video que trata el tema:
Soluciones propuestas
Investigadores españoles perfeccionan un método llamado oasificación para evitar la desertificación de los terrenos deforestados, un proceso de degradación que no sólo afecta a las regiones más áridas del planeta sino también a las zonas semiáridas o de clima seco subhúmedo de España.
El término oasificación tiene que ver con dotar a la ladera que ha perdido su vegetación forestal con estructuras de tierra que le ayuden retener y filtrar el agua de las precipitaciones.
Una de las claves en el proceso de desertificación es que, cuando se producen lluvias torrenciales, el agua corre hacia abajo de la ladera arrastrando los nutrientes y deteriorando la estructura del suelo. Desde la Antigüedad se han usado remedios como adaptar el terreno formando terrazas, que retienen esa agua de escorrentía, en las zonas donde escasean las lluvias.
El método propuesto consiste en crear unas "trampas" que además de frenar al agua evitan la fuga de nutrientes y mantienen la estructura del suelo. Esas trampas consisten en excavar microcuencas, formando un área que recoge la escorrentía y otra que evita que siga corriendo ladera abajo. Preparar el terreno es sólo el primer paso. El siguiente consiste en la introducción de plantas adecuadas, que al crecer forman un manto que protege al suelo de la erosión y además le proporciona materia orgánica, haciéndolo más fértil.
El objetivo de este método es aumentar la supervivencia de la vegetación repoblada y, a la vez, alterar lo mínimo posible el relieve del terreno.
Si estás interesado sobre esta inteligente propuesta aquí puedes saber más:
http://www.oasification.com/oasificacion.htm
Esto es solo una propuesta, pero ya hay algunas soluciones que se están poniendo en práctica, para más información consultar este interesante artículo:
http://www.mma.es/secciones/biblioteca_publicacion/publicaciones/revista_ambienta/n47/pdf/22_25desert472005.pdf
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